El terremoto del 27 de febrero derrumbó sueños, anhelos, edificios y colegios completos.
En el caso de los establecimientos educacionales las bibliotecas sufrieron un montón, miles de páginas quedaron desperdigadas en el suelo y para los alumnos leer libros se transformó casi en un lujo.
Por eso VTR con el patrocinio de Unicef, se la jugó por las "Bibliotecas Digitales", un proyecto que contempla dotar de libros electrónicos a las escuelas afectadas por el terremoto para que sientan que gracias a la tecnología, ahora están mejor que antes del 27-F.
"Para lograr 50 bibliotecas digitales, con e-readers conectados a una plataforma local de descarga de libros online, con títulos de literatura escolar complementaria en español y ad-hoc a la educación chilena, hubo que innovar fuertemente", dijo Mauricio Ramos, presidente ejecutivo de la compañía.
"Hubo que integrar tecnologías, probar una plataforma nueva en Chile, conseguir derechos de autor que no existían, generar versiones digitales de libros que tampoco existían en ese formato, aplicar protección digital de estos derechos de autor (DRM), además de capacitar a profesores de lenguaje y bibliotecarios de escuelas en un uso de consumo online de libros que en Chile sólo dominan muy pocas personas", agregó para dejar clarinete que la obra no fue nada papaya.
La primera de 50 bibliotecas digitales benefició a la escuela Simons de Talcahuano. El resto se inaugurará entre noviembre de este año y marzo de 2011.
Los libros están enfocados a los estudiantes entre séptimo y cuarto medio y ya tienen un tremendo cototo con SM Ediciones, que a través de su colección Barco de Vapor permitirá a los jóvenes seguir leyendo sus libros, claro que esta vez de forma digital.
En el futuro cada biblioteca podrá aumentar su oferta de títulos gracias a la posibilidad de descargar nuevos libros.
El proyecto será evaluado por la Facultad de Educación de la PontiCato, para rochar cómo lo recibieron los cabros.