Un oportunista delincuente pasó la plancha del año en Viña y es que el gil no encontró nada mejor que rapiñar el dinero recaudado por Bomberos a través de la venta de números de rifa, aunque sin pensar que un “chico bueno” más ágil que Tomás González lograría ejecutar una aplaudida detención ciudadana.
Si no lo cree pregúntele a Marcos Rubilar, voluntario de la Primera Compañía de la Ciudad Jardín, que vendía los famosos números junto a un compañero en pleno centro de la festivalera urbe.
Según confesó, al paso de unos minutos, con su ojo clínico cachó a un sujeto sospechoso y pasó lo que temía. “Se me abalanzó un delincuente. Al parecer quería robarme parte de la recaudación que tenía en el bolsillo. En medio del forcejeo nos caímos ambos al suelo y a los segundos logré reducirlo hasta que comenzó a llegar la gente para ayudarme”, confesó a La Cuarta.
De inmediato la intersección de Calle Valparaíso con Etchevers, comenzó a rodearse de vecinos que ayudaron a afirmar al sujeto que fue detenido por Carabineros, aunque luego quedó libre, pero citado al tribunal.
Molestia
“De verdad no encuentro palabras para describirlo… Hay que ser muy maldito para robarle a los bomberos”, comentó Teresa Briones, comerciante del sector.
Aunque a Carlos Velásquez no le sorprende para nada lo ocurrido en Viña del Mar: “El ladrón respira maldad. Cuántas veces se ha visto que mientras un bombero intenta apagar los incendios, los mismos afectados le roban las cosas de los carros”, aseguró.
Pero los chicos buenos saben que en Viña la venta de los números no va como ellos quisieran. Por lo mismo, no lo pensaron dos veces y aprovechando la gran cantidad de personas reunidas en el lugar, a penas Carabineros se llevó al ladrón, siguieron vendiendo la rifa.
“Todo el dinero recolectado va en beneficio directo de las compañías, es un monto considerable que permite cambiar y modernizar los equipos que usamos diariamente sirviendo a toda la comunidad”, finalizó.