Hay futbolistas que han llegado a comparar los goles con los orgasmos. Si esa comparación es válida, podríamos decir entonces que los golazos podrían ser como esos finales que te dejan con los ojitos blancos y las piernas rectas y tiesas... ¿séra?
Algo así debe haber sentido Diego Buonanotte ayer, que se mandó un golazo de aquellos que se deberían enmarcar y se deberían mostrar generación tras generación. Onda para regocijarse de la lindura y belleza de tal obra de arte.
Para más remate, el tremendo bombazo que se coló en el ángulo del portero antofagastino Matías Dituro (61') sirvió para sumar en un triunfo avasallador de Universidad Católica, que se encarama y le respira en la nuca al único puntero, Deportes Iquique.
Fue un 5-1 con clase. El cuadro de la cota mil jugó como digno campeón defensor. Y así, le dio un toque a los "Pumas del Norte".
De hecho, Ricardo Noir también había marcado un golazo en el primer tiempo (42'), pero pasó piola su conquista ante el fenomenal disparo de su compipa trasandino, que se nos puso modesto y aseguró que el tremendo tanto fue simplemente cosa de fortuna.
Humilde
"¿Lo de hoy? Fue simplemente suerte. Yo no soy el goleador de Universidad Católica. El que es y siempre lo será es Nicolás Castillo", señaló el pequeño volante che. Eso sí, el cabro pelea palmo a palmo por ser el máximo anotador del cuadro pirulo, ya que lleva los mismos seis tantos que su compipa con el peinado de pájaro loco.
Ahora, la UC empezará a pensar en el atractivo duelo de mitad de semana. El miércoles enfrentará a Colo Colo por la semifinal de la Copa Chile.
"Nosotros nos preocupamos sólo de Católica. Por ahí vemos los partidos de los rivales. Porque nos gusta el fútbol, pero no nos preocupa cómo esté jugando Colo Colo", cerró al respecto Buonanotte, que más que preocuparse de la comparación entre goles y sexo, ya está dejando a varios hinchas pelolais con los ojitos blancos y tiritones.