Claudio Bravo y Marc-André Ter Stegen, qué casualidad. Sí, ya coincidieron en camarines del Kazán Arena cuando el Johnny le pidió la camiseta al alemán, quien por fin cachó que había vida más allá del cojín.
Y aunque el encuentro fue amorosiento, la pípol cree que es más certera la versión de Doblao, donde el chileno asegura que si no se hubiese ido del Barza, el chucrut aún estaría en la banca.
El punto es que luego de la sólida actuación de los ottos en la semi con México, nuevamente la Roja enfrentará al equipo del cochinón Joachim Löw, al que nica hay que darle la mano.
Nuevamente frente a frente
A lo más, Pizzi podría mandar al choque a Jarita, guácala. Eso sí, en la fase de grupos el capi lo sufrió con los suplentes, pues estaba a media máquina. O sea, ahora sí se viene morbo telecebollístico estilo "Amanda" por lo que pasó en España.
Recuerde que el año pasado, el team culé decidió desprenderse de Claudito para apostar por la "juventud" de Ter Stegen. Hasta ese momento, el ex albo jugaba en la Liga y el rucio en la Champions y Copa del Rey. Y por esas cosas del destino, cuando Bravo estaba en el City enfrentó una vez a su "rival".
Ocurrió en octubre de 2016 cuando el capi lo pasó como el ajo: fue expulsado a los 53' tras tocar el balón con las manos fuera del área y al final el Barza goleó 4-0. ¿Vio? Linda revancha tendrá el bicampeón de América.