La mujer, de nacionalidad colombiana, había terminado la relación por ser víctima de agresiones.
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Chillán condenó a Carlos Merino González a la pena de presidio perpetuo por el femicidio de su exconviviente, hecho ocurrido en julio de 2020.
El 6 de julio de 2020, a eso de las 19:00 horas, Gladys Ardila llegó al terminal de buses La Merced de Chillán para viajar a su casa en Coihueco. Sin embargo, subió al vehículo de su ex, con quien tenía un hijo en común y había terminado hace poco por violencia intrafamiliar.
Cámaras de seguridad grabaron cuando el automóvil se dirigió hacia un canal de regadío, ubicado en el sector Santa Elvira, lugar donde fue hallado el cuerpo de la víctima al día siguiente, el cual presentaba con lesiones atribuibles a terceros.
De acuerdo al fallo, Carlos Merino procedió a agredir mortalmente a doña Gladys Ardila estrangulándola, causándole la muerte por asfixia, para posteriormente abandonar su cuerpo al interior del Canal De La Luz, en el sector Santa Elvira de Chillán.
El tribunal aplicó, además, a Merino González las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, por el tiempo de la vida del penado.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.