Más tiritón que espejo de micrero y con más nervios que pescado en semana santa, se mostró un ciudadano boli cuando los polis del OS7 de Iquique se le acercaron pa’ preguntarle por sus sospechosas y abultadas pantorrillas.
El hombrón identificado como Lorenzo Cuéllar (46), fue loreado a lo lejos por una pareja de verdes, por lo que al cachar que era seguido apuró el paso, pero no fue suficiente ya que al rato lo alcanzaron.
"El sujeto fue avistado mientras esperaba locomoción en la localidad de Colchane, en la frontera con Bolivia. Se le hizo una revisión superficial y al llegar a la altura de las pantorrillas y el tobillo y cuando se le pide que se levante el pantalón, reconoce que llevaba droga" , soltó el capitán Erich Ehrenfeld a La Cuarta.
El boliviano llevaba fondeados 140 ovoides de mandanga apretaditos dentro de sus olorosos calcetines, los que pasaban piola como juanetes y callos, los que daban un peso total de 1 kilo 668 gramos. Y para que no salieran más sorpresas, igual se le hizo un sapeo extra de rayos X.
Este tipo de controles habituales son parte del plan vigía y plan frontera norte en el complejo fronterizo del lugar, con lo que en esta oportunidad se lograron sacar de circulación 3.336 dosis de mandanga.
Mientras tanto, Cuéllar quedó a disposición de la justicia por no pescar la Ley 20.000 de drogas.