Muchos recién nacidos, sobre todo los que llegan al mundo en ciudades sobre los 2.500 metros de altura, están expuestos a desarrollar hipertensión pulmonar. Investigación farmacológica de académico de la U. de Chile tiene a la comunidad científica con la boca abierta, al aplicar la lógica de la adaptación evolutiva de los animales andinos.
Cada vez que vemos a los futbolistas desempeñarse en altura, como cuando juegan en ciudades como La Paz o Quito, advertimos que durante esos 90 minutos el esfuerzo es sobrehumano, y no sólo para salir con un resultado positivo, simplemente para mantenerse activo en la cancha.
Es que las ciudades en altura (sobre los 2.500 metros) generan ambientes más hostiles para el ser humano, que genéticamente no está desarrollado para soportar a plenitud. Claro que estas mismas condiciones pueden transformarse en un infierno permanente para quienes nacen en ciudades con altitud, ya que desde el parto están expuestas a desarrollar problemas pulmonares: podrían presentar una falla pulmonar, que los aquejaría de manera constante.
Se trata de la hipertensión pulmonar en recién nacidos, una condición que genera que las arterias de los pulmones se estrechen o bloqueen. A nivel de mar, es de dos a siete casos por cada mil partos, pero, en altura, un 10% de ellos presenta complicaciones respiratorias.
Y si consideramos que en nuestro país, 500 mil compatriotas residen a más de 2.500 metros, 40 millones en Sudamérica, y otros 100 millones en el resto del mundo, a todas luces es un tema relevante.
Más si la actual solución a la hipertensión pulmonar, que se basa en la administración de un vasodilatador como el óxido nítrico inhalatorio, un gas sumamente caro de mantener y que no está habitualmente disponible en centros hospitalarios, registra una respuesta efectiva que no sobrepasa el 50%, es decir, la mitad de los lactantes vuelve a hacer hipertensión pulmonar una vez que se retira el óxido nítrico.
Por ende, hallar un tratamiento más efectivo se hace imperioso, para dar solución a millones de habitantes del planeta que están en riesgo de presentar esta falla pulmonar.
Chile llama
Una investigación del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile, liderada por el doctor Emilio Herrera, lo ha mantenido durante una década buscando un camino para revertir la hipertensión arterial pulmonar, y los avances que ha registrado son aplaudidos por la comunidad científica.
El especialista basó sus estudios en la evolución de las llamas, animal que lleva más de 2 millones de años adaptando su cuerpo a condiciones de altura, y en ellas buscó respuestas que ya están dando soluciones.
En su investigación, Herrera trabaja en el Centro Incas (Putre) con ovejas recién nacidas, especie que -al igual que el hombre- presenta casos de falla pulmonar. Se les tomó como modelo perinatal en humanos porque "se parecen mucho en términos de maduración cardiovascular y peso al nacer, con una fisiología perinatal similar", explica el experto.
Entre sus conclusiones, las que presentó en la conferencia 45th Fetal and Neonatal Physiological Society, en Holanda, explicó que las llamas lograron desarrollar una función pulmonar que les permite vivir sin problema alguno a 2.500 o más metros de altura.
¿Por qué? "La llama no registra aumentado de sus sistemas vasodilatadores y no hace hipertensión porque utiliza el monóxido de carbono como vasodilatador. Y esto era parte de una selección evolutiva, al elegir el monóxido por encima de los clásicos, como el óxido nítrico.
El monóxido de carbono es un gran vasodilatador pulmonar porque tiene metabolitos, como la bilirrubina y biliverbina, que actúan como antioxidantes, antiinflamatorios y antiremodelantes, capaces de atacar el cuadro de la patología: remodelamiento, rigidez de las arterias, estrés oxidativo e inflamación", dice Herrera, apoyado en una investigación que desarrolló con los doctores Aníbal Llanos, Roberto Reyes y Germán Ebensperger, sus colegas en el ICBM.
¿Qué propone?
Una triterapia de ataque para la hipertensión pulmonar, con la que ahora han "llamizado" a la oveja para que se adapte mejor a la altura, solución farmacológica que sería de gran ayuda para el hombre.
Además de ser socialmente relevante, como bien lo explica el académico de la U. de Chile. "Es relevante por dos motivos: primero, porque propone una aproximación farmacológica efectiva y de bajo costo para una enfermedad que afecta principalmente a familias que viven en la pobreza; y segundo, porque permitiría aportar a resolver rápidamente patologías neonatales, que luego tendrán impactos en edad adulta".