La final de la Copa Chile está a la vuelta de la esquina y el plantel albo sumó una nueva cábala para levantar el trofeo que les saca la lengua hace 20 años: tatuarse.
Todo comenzó hace unas semanas, cuando Martín Rodríguez logró contactarse con el artista Sebastián Ruz por Instagram.
"El y Brayan Véjar tenían ganas de trabajar conmigo, porque me seguían por redes sociales. Al principio, estaba reacio a tatuar a gente famosa, porque tenía harta pega... Pero ellos me comenzaron a hablar y se generó una buena onda", recordó el "Seba" en diálogo con La Cuarta.
Entonces, los ex acereros pasaron por su "pincel" y compartieron la experiencia en el camarín del Popular.
EL CÁBALA
"Véjar se tatuó un lobo y yo lo molestaba después, diciéndole que le ayudó a ser figura en el partido ante Everton por el torneo nacional", detalló el emprendedor de 32 años.
Y de realizador de sueños, se transformó en cábala. "Yo se los decía de broma y me respondieron que sí, que el tatuaje les dio fuerza", señaló.
Los mencionados más Bryan Carvallo y Octavio Riveros ya plasmaron sus deseos en la piel, aunque el delantero mostró una valentía inusitada en estos casos.
"El dolor no fue tan grande, porque tengo una máquina que me traje de Europa que disminuye este factor. Pero Octavio fue el que más sufrió, porque la sesión fue una sola y muy larga. Lo tatué del hombro al codo, en una sola tarde y lo soportó muy bien", detalló.
Y rápidamente comenzó a ordenar su agenda, porque jugadores de O'higgins, Palestino y de otros clubes lo han estado llamando. Aunque el "Seba" tiene su propio anhelo profesional: "Hacerle un tigre a Esteban Paredes, porque tiene garra, fuerza y es letal en el área. Además, me encantaría trabajar con Alexis Sánchez y al capitán Claudio Bravo".