La hipoterapia o sanación con caballos comenzó a utilizarse en la década del 50 para tratar las secuelas de la poliomelitis. Sirve para tratar los problemas de columna y corregir posturas deficientes, como la escoliosis y lordosis, además de otros achaques degenerativos del esqueleto. Más tarde se descubrieron sus efectos benéficos en el tratamiento de males neurológicos, como la esclerosis múltiple, secuelas de traumatismo encefalocraneano y achaques más peludos como el parkinson.
Pero donde este tipo de terapia tuvo mayor éxito fue en el tratamiento de peques con diversas discapacidades mentales, como el síndrome de Down, autismo, parálisis cerebral y trastornos del lenguaje. También se descubrió que sirve como refuerzo positivo para los chiquitines en riesgo social. Por esta razón, en el 2006, la Municipalidad de La Granja implementó un proyecto que permite que las familias de la comuna puedan beneficiarse de los nobles pingos sin pagar ni un piticlín.
Marcos Retamal, uno de los gestores, asegura que "este tratamiento tiene gran demanda porque sus beneficios están probados". Este año, 160 pitufos buscan sanar sus cuerpitos y corazones en el Parque Brasil (Mañío 6410, La Granja). Los interesados en aprovechar la movida terapéutica deben exponer su caso en el municipio.
