La terrorífica historia del cabo que invocó al diablo en casa embrujada

El 8 de febrero Diego Almonacid, de 17 años, encontró una bolsa con excrementos colgada de la reja de la casa de sus tatas en la población Fe y Esperanza, de Puerto Montt.

El lolo no le dio importancia, pero desde ese día comenzaron a pasar cosas tenebrosas en el vivienda. Su abuela María Urra contó que "primero fueron vasos que se caían de la nada, loza, todo se quebraba. La única explicación es que alguien me quiso hacer daño. Me tiró un mal. Le hicieron algo a mi casa".

Según los tres moradores, y dos visitas, hace una semana comenzaron a quemarse muebles por combustión espontánea, sobre todo colchones. Diego contó que "se quemó el entretecho, se quebró una ventana, tiraban cuchillos, botellas, ollas, manteles, sillas, todos los muebles".

Para luchar contra el lado oscuro de la fuerza, los residentes llamaron a sacerdotes y a pastores evangélicos, pero su presencia habría molestado al "espíritu chocarrero".

"Cuando venían los curas quedaba más la embarrada, les tiraban platos y leña. Una Biblia apareció quemada y mojada, y un cura no fue más porque le dio miedo", contó Diego.

María agregó que "ya no dormimos, amanecimos haciendo guardia para que la casa no se queme porque los focos de incendio aparecen en cualquier parte".

Vanessa Inzunza es hija de la dueña de casa y contó que "una noche mi papá estaba orando y le cayó un mueble encima, también una amiga de la familia puso ajo y bañó a mi mamá con ruda y ahí se empezaron a quemar las cosas".

Diego también dijo que en algunas ocasiones han escuchado una voz femenina desgarradora que grita: "¡No me quiero ir!".

PATRULLA

Alertados por las víctimas llegó una patrulla de carabineros de la 6a Comisaría de Alerce, y ahí el valiente cabo 2° Boris Olavarría González, según su testimonio, fue atacado por el demonio que se tomó la casa pareada.

Con carita de susto le dijo a medios locales que "a las 19.40 horas nos enviaron a verificar un incendio. Al llegar al lugar vimos que había varios vidrios rotos, colchones afuera, y al ingresar la familia nos dijo que había actividad paranormal. En primera instancia era raro y una vez estando adentro, de forma sorpresiva, cuando yo me estaba entrevistando con uno de los propietarios, cayó una espátula del entretecho, como que lo atravesó".

El relato continúa con una declaración impactante: "Invoqué al diablo tratando de decirle que se retire del lugar. Yo iba saliendo del domicilio por la puerta delantera y sentí un cuchillo que me rozó la espalda y gracias al chaleco antibalas pude evitar una lesión".

Y no había terminado la escena porque el cabo contó que "cuando estábamos afuera un joven señaló que se prendió fuego de una frazada, y verificando la situación vimos que se estaba incendiando sin explicación".

Desde entonces en la casa sólo se quedan personas para evitar que se incendie por la combustión espontánea y sus moradores están durmiendo en una sede vecinal.

CÁMARAS

El alcalde de la ciudad, Gervoy Paredes, contó que la muni está ayudando a la familia afectada y que él mismo se comunicó con la Oficina de Asuntos Religiosos de la Presidencia para que los orienten de los pasos a seguir.

"Les vamos a facilitar cámaras para captar lo que sucede, porque está claro que no es normal, hay muchos testigos. También velaremos por el lado social para apoyar a la familia en cuanto a una posible permuta de su hogar porque sicológicamente están complicados".

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