Nuestro corazoncito está expuestos a varios achaques en la vida: una pena de amor, que se le tapen las arterias por comer como chancho y también que lo ataque el estrés.
¿Y sabía usted que el estrés que ataca la cuchara es el principal motivo de brígidas enfermedades cardiovasculares y que de pasadita friegan el cuerpo? Así es.
La cardióloga de Vidaintegra, María Victoria Hernández, explica que "el estrés obliga al corazón a trabajar más intensamente. Las coronarias, que nutren al músculo cardíaco, requieren mayor aporte energético. Además, la sangre se espesa y las arterias se vuelven menos reactivas o elásticas; se acumulan así sustancias nocivas en su pared, de forma que la sangre circula con mayor dificultad".
Según suelta la especialista, la pípol que está en riesgo se determinará por el tipo de estrés con el que se rodean. "Existen distintos tipos. El estrés físico (ejercicio físico, cirugía) y el mental o psicosocial (estrés personal, social y laboral). Todo dependerá de la susceptibilidad de cada persona al estrés", asegura la dostora.
Ya lo sabe. Es mejor que relaje la vena, porque si continúa con su vida desenfrenada puede sufrir cuáticos patatús. Loree algunos de los achaques:
- Digestivas: úlcera, enfermedad inflamatoria intestinal, colon irritable.
- Ginecológicas: disfunción eréctil, falta de menstruación, anorgasmia.
- Dermatológicas: reacciones alérgicas, dermatitis.
- Trastornos nutricionales: ulimia, anorexia.
- Neurológicas: cefaleas tensionales, insomnio.
n Osteomusculares: contracturas, dolor de articulaciones y musculares.
n Emocionales: depresión, ansiedad, delirios.