Pese a estar engrillado al somier y esposado a la cabecera del catre, un reo de alta peligrosidad escapó del hospital mientras los gendarmes que lo custodiaban dormían, mixionaban o se hacían medir la presión y la temperatura en la sala de urgencia del establecimiento. El comportamiento de estos funcionarios se investiga a través de un sumario administrativo.
Aunque parezca extraño y al margen de toda lógica o historia reciente, el condoro no ocurrió en Talca, sino que en el tercer piso del Hospital Eduardo Pereira, de Valparaíso.
Según el director regional de Gendarmería, coronel Carlos Muñoz, el descuido permitió que el reo Luis Alberto Cortés Muñoz (23) alias "Hary Houdini", el Rey de Escapismo, huyera desde la sala de tratamiento.
¡VALOOOR!
Según fuentes al interior del Complejo Penitenciario de Valparaíso, Cortés recibió un tajo en la guata el 1 de enero cuando se disputó con otro de los residentes de su caleta la propiedad de una botella de champaña, un ron Varadero de 12 años rematado en el "Lider", una caja de puros de marihuana Romeo y Julieta, y un revólver calibre 38 con silenciador que recibió como regalo de Navidad.
"La fuga del interno Luis Alberto Cortés Muñoz (23), se produjo a las 3.30 horas de la madrugada de hoy (ayer) desde el Hospital Eduardo Pereira. Se trata de un reo que cumple una condena de 5 años por robo en lugar habitado y culmina su pena el 15 de octubre del año 2011", explicó el experto en grilletes.
El mismísimo oficial reconoció que a raíz del interrumpido tratamiento pagado por los chilenos que contribuyen para curar y alimentar a los 45 mil patos malos pensionistas del Fisco, los gendarmes serán sentados en el cajón con vidrios, ya que el reo tuvo tiempo para hacer la cama, sacarse las esposas y los grilletes, limpiarlos con Brasso y dejarlos debajo de la almohada.
