"A ella le gustaba acostarse a mi lado cada vez que me visitaba en una pieza que yo arrendaba en Huechuraba, y cuando cumplió 14, la empecé a mirar con otros ojos", declaró Hugo del Carmen Ahumada Acevedo (40) al Ministerio Público.
El operador de grúa está acusado de violar sistemáticamente a su hija durante los dos últimos años y ayer fue formalizado por este delito en el Segundo Juzgado de Garantía de Santiago.
La magistrada de ese tribunal lo dejó en prisión preventiva, por considerarlo un peligro vivo, y fijó un plazo de 90 días para la investigación. En todo caso, las pruebas con que cuenta la Fiscalía Centro Norte serían contundentes para dejarlo a la sombra.
ABORTO
Lo más espeluznante de todo guarda relación con el examen de ADN practicado a un feto que la lolita, identificada con las iniciales C.F.A.R. (17), perdió producto de un aborto espontáneo y que, según los análisis, era de su progenitor.
Para dar rienda suelta a sus más bajos instintos, el sujeto, que no vivía con la muchacha, la habría amenazado con cortarle la ayuda económica si lo delataba.
Como la menor residía con su abuela materna en Curicó, no quería darle mayores problemas a la nonita y, por lo mismo, guardó silencio sobre los abusos .
En la audiencia de formalización, se supo que Ahumada declaró que no pudo evitar el acceso carnal hacia su hija, debido que se excitaba al rozar su cuerpo con el de la menor mientras dormían en la misma cama.
Trascendió que el imputado reconoció a la menor como su hija cuando ésta cumplió seis años.
"En 2006 nos quedamos solos, porque mi actual pareja había salido. No hubo fuerza ni intimidación, sólo una relación incestuosa", argumentó el imputado.
Pero la declaración de la niña, leída por el fiscal, dice lo contrario: "La primera vez me tomó a la fuerza y cada vez que me violaba se arrepentía, pero nunca usó condón".
El ilícito se cometió en una vivienda de calle Jorge Insonoriza de Huechuraba.
Jaime Salas T.