Caínes masacraron a pobre Abel por diabólicos celos

Había transcurrido apenas dos horas del inicio de la conmemoración cristiana del Viernes Santo cuando tres hermanos protagonizaron un doloroso drama en el que se concilian gravísmos pecados, que van desde el capital, de la lujuria, hasta el mortal, del homicidio.

La iglesia entiende el pecado, en términos generales, como el alejamiento del hombre de la voluntad de Dios

CELOS

Una discusión suscitada por los celos en un ambiente saturado de alcohol, terminó cuando dos hermanos, acicateados por la ira, asesinaron a patadas, palos y pedradas, cual modernos Caínes, al menor en un callejón de la comuna de Lo Prado.

Según los centuriones de la 44a Legión de Carabineros de Lo Prado, la noche del jueves se encontraban en un domicilio de Pasaje Petrohué, César Benito Carfulef Veropiza (18), y su polola B.E.G.J., (14), departiendo alrededor de algunas botellas, cajas y poncheras de bebidas espirituosas junto a Mauricio Jonathan (19), con antecedentes por robo con intimidación, su novia A.K.A.G., (14) y F.A.C.V., (16).

Con el paso de la horas el fraternal clima creado por el cabernet y la cerveza fue gradualmente agriándose cuando salieron a flote viejas rencillas e indisimulados deseos carnales, debido a que uno de los presentes, contraviniendo uno de los pilares de los Diez Mandamientos, deseaba con lujuria, gula y otros pecados capitales a "la mujer de su prójimo".

RIÑA

Cuando la discusión alcanzó el clímax, desatóse una riña fratricida, y cual filisteos enardecidos Mauricio y F.A.C.V., se fueron sobre su brother César Benito con la declarada intención de lapidarlo, por lo que el cabro tuvo que escapar de la casa para no convertise en el Abel de la Santa Biblia.

Vano intento porque su fin ya estaba escrito. La pareja no tardó en darle alcance y frente al 666 (el número de la Bestia) del pasaje vecino lo masacraron a golpes.

No hubo piedad. Algunos vecinos sostienen que los bellacos lo remataron a camotazos mientras que las concubinas de la discordia chillaban a su alrededor para que pararan la masacre.

Hasta el sitio del suceso concurrió una ambulancia del SAMU a cargo del paramédico Jorge Quiroz, quien trató infructuosamente de reanimar a la víctima, que  falleció en el lugar.

Camino del tribunal los homicidas, que fueron imputados según la nueva ley penal adolescente, se mostraron arrepentidos y contritos por el crimen.

Dijeron que su ofuscación se debió a que estaban borrachos, y le pidieron perdón a su taitas por haber asesinado a su Benjamín regalón.

EN DISCUSIÓN DEGOLLÓ A HERMANA

El reguero de sangre entre familiares llegó hasta Puerto Montt, donde en medio de una riña por deudas económicas, un sujeto atacó a su cuñado blandiendo un cuchillo cual senador conspirador contra el gran Julio César, por cuyo crimen pagó el pato al quedar viudita y expulsada de la hereje Roma la bella y díscola Cleopatra.

Según la fiscalía local, la tragedia ocurrió la madrugada de ayer en una vivienda de la calle Río Chamiza de la pobla Pichi Pelluco, donde tres pericos chupaban el elixir de los dioses. Deudas por unos cuantos denarios provocaron que José Daza Chávez se hiciera de una daga dentada y atacara a Juan Aros Silva (48),  pareja de su hermana.

Quiso la mala suerte, según la investigación de la fiscal Pamela Salgado,  que Luz Daza Chávez (51) se interpusiera para proteger a su conviviente, lo que provocó que recibiera de lleno en el costado izquierdo de su cuello una profunda herida provocada por la mano de su hermano.

Manuel Vega O.

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