Calameño sin infancia casi se come viva a ratona Minnie

Los monos corpóreos de Calama están en estado de alerta. Una ola de agresiones injustificadas los tiene desesperados. Desgraciados sin infancia que no lloraron por la muerte de la mamá de Bamby, los agarran a patadas en el poto, les hacen mamones, les rayan la pintura y les tiran escupos. Y sin motivo aparente. Las vícitimas creen que es por diversión de mentes enfermas.

El muñeco Barnie fue el primero en recibir una pateadura, luego el ratón Mickey quedó para la corneta después de una paliza que le dieron unos estudiantes. También han recibido el cariño de los extraños neofascistas anti-monos la princesa Fiona, el ogro Shrek y el oso Pooh.

Incluso los hijos del diablo le sacaron la cresta al Viejito Pascuero, que vio cómo su traje rojo quedó más rojo con sangre navideña.

SOCORRO

La última víctima fue la ratona Minnie. Un maldito le pegó en el paseo peatonal de Calama ante la mirada desconsolada de niños y transeúntes. El lamentable hecho afectó a Patricia Tapia Pistan (53).

Un malvado y corpulento gil de unos 23 años (según estableció Carabineros) las emprendió en contra de ella por razones que son investigadas por Don Graff.

Minnie quedó con el brazo derecho hecho pebre y no logra entender por qué le pegaron.

"Estaba parada atendiendo a un niño y de pronto pasó un sujeto, me insultó y me dio un tremendo combo. Le dije a unos carabineros, me ayudaron e incluso hablaron con el tipo, pero en ese rato como que me desmayé y desperté en el hospital. Después me pusieron un yeso", recordó.

La ratona está cansada. Aseguró que existen muchos sujetos y estudiantes de Calama que descargan sus rabias con los monos que se ubican en el centro. No es la primera vez que la pareja de Mickey es agredida.

"Ya me han pegado como cuatro veces. Una vez quedé con el cuello inmovilizado y cuando no es eso aparecen los insultos. Lamentablemente acá le falta mucha cultura y los monos no hacen nada que provoque".

Hace algún tiempo fue su pareja quien hacía de ratón Mickey y unos pelusones del Liceo B-8  Francisco de Aguirre, lo agarraron a patadas en la cola. El pobre ratón con voz de pito quedó en cama una semana.

El diario pop hace una llamado en defensa de los derechos humanos de los monos.

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