Unas 500.000 ovejas murieron en la provincia de Chubut, en el sur de Argentina, por la acumulación de gruesas capas de ceniza procedentes del complejo volcánico chileno Puyehue Cordón-Caulle, confirmaron hoy fuentes oficiales.
De las 600.000 cabezas de ganado lanar que quedan con vida, hay unas 50.000 en "grave riesgo", dijo a las radios locales el jefe del gabinete del gobierno de Chubut, Pablo Korn, luego de lamentarse de que la provincia no recibió aún la ayuda prometida por las autoridades centrales.
Korn señaló que el gobierno federal solamente ha enviado unos 50.000 tapabocas para proteger a la población de zonas urbanas y rurales a las que han llegado nubes de cenizas volcánicas, cuya acumulación mata de hambre y sed a las ovejas.
La diseminación de cenizas del complejo volcánico chileno, que entró en actividad a comienzos de mes, ha obligado a declarar "zona de desastre" a localidades de Chubut y de la vecinas provincia de Río Negro y Neuquén, en la Patagonia argentina.
En Río Negro el fenómeno volcánico amenaza a un rodeo de 600.000 cabezas de ganado, la mayor parte ovino, propiedad de unos 3.000 productores, explicó Haroldo Lebed, secretario de Emergencia y Desastre Agropecuario del ministerio de Agricultura y Ganadería.
Dijo que la situación más grave la padece la localidad de Ingeniero Jacobacci, en Río Negro, "que quedó tapada por arena volcánica, que es más gruesa y pesada que las cenizas".
El lunes pasado, miles de pobladores de Bariloche, el mayor centro de turismo invernal de Argentina, salieron a las calles para retirar gruesas capas de ceniza proveniente del complejo volcánico chileno, situado a unos 80 kilómetros al oeste, en la cordillera de Los Andes, hito fronterizo entre Argentina y Chile.
Fuentes del Servicio Meteorológico de Argentina informaron hoy de que el Puyehue-Cordón Caulle ha comenzado a expulsar lava mientras que las nubes de cenizas han vuelto a ser impulsadas por el viento hacia este país. EFE