Cambio de gabinete abrió el debate

28.10.19 CAMBIO DE GABINETE EN LA MONEDA

Presidente Sebastián Piñera removió por tercera vez a los jefes de cartera tras la crisis que vive el país. Sacó a los secretarios de Estado de ocho ministerios y puso a cuatro rostros frescos. El resto son parte de sus colaboradores más cercanos.

Diversas opiniones generó el esperado cambio de gabinete que adelantó el sábado el Presidente Sebastián Piñera tras pedir la renuncia de todos sus ministros, dividiendo a los que consideraron la cirugía de ayer como una "sillta musical" con los que, por el contrario, estimaron que fue un "giro al centro".

De los 24 secretarios del Estado sólo hubo movimiento en ocho carteras. De esa cifra, cinco colaboradores de Piñera cerraron la puerta por fuera y los tres restantes, que ya eran parte del gabinete, fueron movidos a otras reparticiones, algo que fue mal valorado por la oposición por considerarla insuficiente.

Los que recibieron sobre azul fueron Andrés Chadwick, en Interior; Juan Andrés Fontaine, en Economía; Nicolás Monckeberg, en Trabajo; Pauline Kantor, en Deportes, y Felipe Larraín, en Hacienda, quien en el primer período de Piñera se mantuvo a cargo de la billetera fiscal durante los cuatro años de mandato.

Todos ellos, a excepción de la única mujer de esa lista, eran resistidos por la ciudadanía debido a razones políticas y patinazos en sus declaraciones.

Para dar vuelta la página, Sebastián Piñera buscó renovar el gabinete y bajar el promedio de edad de sus colaboradores con la llegada de Ignacio Briones a Hacienda, Lucas Palacios a Economía, Julio Isamit a Bienes Nacionales y María José Zaldívar a Trabajo y Desarrollo Social. Cabe mencionar que ella tiene un fuerte lazo con la Democracia Cristiana, ya que es hija del "colorín" Adolfo Zaldívar.

Tras anunciar el tercer cambio de gabinete de su gestión, Piñera aseguró que "nuestro Gobierno ha escuchado el mensaje fuerte de los chilenos que piden un Chile con mayor igualdad y con menos privilegios". Agregó que "en estos tiempos tenemos que actuar con seriedad, pero sin populismo ni demagogia".

En su despedida, el ex jefe de Hacienda, Felipe Larraín, hizo un mea culpa y aseguró que "no supimos entender bien lo que estaba pasando".

Mismas caras. Para completar los ministerios, el Presidente cambió de puesto a Gonzalo Blumel, quien saltó de Segpres a Interior; Felipe Ward, de Bienes Nacionales a Segpres; Cecilia Pérez, de la Segegob a Deportes y Karla Rubilar, que pasó de la Intendencia Metropolitana a ser vocera de Gobierno.

Y en su primera intervención, la Secretaria General de la Presidencia dijo que "lo que podemos decir a la ciudadanía es que entendimos fuerte el mensaje y vamos a dejar todo en la calle para estar presentes y escucharlos, y ojalá generar tranquilidad".

Eduardo Durán (RN), por su parte, sostuvo que "tengo esperanza que este nuevo gabinete reforzado con figuras nuevas en política y otros con experiencia comprobada, puedan tener un gran desempeño apoyando al Presidentepara sacar al país de la crisis en la que se encuentra".

El analista político Diego Ancalao, en cambio, fue crítico con las designaciones del Presidente y señaló que "este cambio de gabinete se ve como un mal chiste, en el cual hay una silla musical en el que están invitados a participar los mismos y nuevamente el pueblo se vuelve a quedar afuera".

"Demuestra una falta de ubicación política increíble al poner a Cecilia Pérez como ministra del Deporte y a Blumel en Interior, cuando este último no tiene ninguna competencia que acredite especialización en seguridad pública ni el manejo de conflicto", concluyó.

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