Caminar, caminar: la nueva forma de protestar

Como una forma pacífica de hacer visible los dramas sociales que viven las regiones, en el contexto de las manifestaciones sociales que se registran en nuestro país hace dos semanas, un grupo de chilenos decidió comenzar la tarde del miércoles una caminata de 120 kilómetros desde el centro de Limache hasta el palacio de La Moneda.

Se trata de 50 personas que a punta de zapatilla y buzo organizaron la acción "De la Quinta a La Moneda", con la que pretenden llegar hasta la casa de Gobierno para entregar un petitorio donde expresarán su malestar con la desigualdad que se vive en las ciudades de nuestro país.

A pesar de lo rudo del pique, el itinerario les permite descansar cada dos horas y organizar comidas para no flaquear en su misión, la que ha tenido el apoyo completo de las diversas comunidades de la Quinta Costa y de las personas que se los encuentran en la ruta 5 Norte.

"Es lindo ver cómo las comunidades se unen, aquí somos gente que nunca nos habíamos visto en la vida, y ahora nos unimos por un fin común, esto es el verdadero Chile", comentó a La Cuarta Leonardo Martínez, uno de los organizadores de la marcha, que incluye también a ciclistas, y que se dejaría caer en Santiago a eso de las 13 horas de hoy.

Para evitar cansancio extra, el grupo viaja con lo básico (saco de dormir y comida), aunque han recibido la solidaridad de las personas que los encuentran en la ruta, especialmente en Tiltil donde los recibieron como héroes.

"Es súper gratificante pasar por cada comunidad y escucharlos, saber cuáles son las cosas que los aquejan, sus necesidades. Mejor aun sabiendo que tenemos la oportunidad de traspasar su mensaje. Lo bueno de este movimiento es que es transversal, somos un grupo apolítico y cada cual ha aportado desde su vitrina", sentenció Eduardo Vial, estudiante universitario que comenzó su marcha desde el puerto de Valparaíso.

El profe que guía a los peregrinos

No solo existen aquellos que dejan los pies en la calle; esta caminata también está formada por los ciclistas furiosos que protegen a cada uno de sus manifestantes durante la larga ruta. Es el caso de Sebastián Codina, un profesor de actividad física que tomó su chaleco reflectante y su bicicleta y se unió sin pensarlo al recorrido que inició en Limache.

El profe es uno de los primeros en la fila de la marcha, por lo que es el encargado de ir viendo el camino para todos aquellos que siguen atrás. "Como profe debo dar el ejemplo a mis alumnos, que crean en que los cambios son posibles. Por eso también espero que los santiaguinos se motiven a realizar una marcha masiva desde allá hasta el Congreso Nacional en Valpo", comentó Sebastián.

Una enfermera en tu camino

Cuando comenzaron las manifestaciones en su natal Valparaíso, Saida Aguilera le dijo a su mamá que los porteños debían armar algo grande desde su ciudad a Santiago.

Por eso, cuando se presentó la oportunidad de marchar desde la Quinta a Santiago no dudó en armar su mochila y su kit especial como buena técnico en enfermería.

Ahora es la encargada de los primeros auxilios que necesiten los peregrinos, gracias a sus conocimientos médicos. "Todo esto vale la pena, para que sepan lo que la gente es capaz de hacer para cambiar las cosas", afirmó Aguilera.

La mamá todo terreno

Catalina Muñoz es viñamarina, pero también madre de dos pequeñas. Se unió a las manifestaciones en su ciudad y tomó la decisión de apoyar en esta especial y larga marcha, no sólo porque apoya las demandas, sino porque piensa en el futuro de sus hijas. "Estoy marchando para que mis hijas pequeñas no tengan que salir nunca más a marchar por sus derechos", afirmó.

La emociona profundamente la energía que se vive en comunidad, y a pesar de no conocer a sus compañeros de caminata agradece la motivación para lograr grandes cambios sociales. "Soy terapeuta, tal vez yo podría haber estado meditando para que esto bajara la intensidad. Sin embargo, no es la forma creo que hay que expresar lo que sentimos", mencionó.