Camionero-testigo: "Al bus se le reventó un neumático"

Mientras llegaba la carroza fúnebre con los restos del chofer de Tur-Bus, José Luis Abarca Saavedra (38), a su casa en avenida San Juan, sector de Los Aromos, en Llolleo, un testigo clave del accidente contaba su verdad a La Cuarta.

El camionero, que solicitó reserva de su nombre y que evalúa seriamente dar su testimonio a la fiscalía "una vez que se calmen aguas", señaló que una rotura de neumático sería la causa de la desestabilización de la máquina que terminó el martes con la vida de 20 personas en la ruta 78.

Según su testimonio, mientras trasladaba carga desde San Antonio a Santiago, y pasado de la plaza de pesaje "vi al bus que me adelantó por la pista rápida a unos 90 kilómetros. Yo venía a 80. El hombre venía a velocidad moderada y retomó su pista luego de la maniobra".

El camionero agregó que en esos momentos vio que "el bus se culebreó en la parte trasera y parece que reventó el neumático del lado del piloto. Hacia atrás saltaron pedazos de goma y enseguida el bus se desvió para el lado del piloto, rompió las vallas de seguridad, arrasó con tres árboles y un camión Yemita lo agarró como en la mitad. Vi que saltó un pasajero por una ventana como si fuera pájaro".

El hombre dijo que paró su vehículo y fue a ayudar con más gente hasta que llegó la policía y "nos sacó del lugar".

"Lo único que me llamó la atención es que el bus venía bien lleno, pero el chofer no tiene la culpa del accidente. Eso de los neumáticos es un hecho fortuito no más. Además, la plaza de pesaje está como a un kilómetro de donde pasó el accidente y aunque no paren los buses hacen el atado cuando pasan por fuera. Yo te digo que luego de bajar la velocidad en ese lugar, un bus no agarra los 90 kilómetros antes de mil 500 metros. Él (chofer) iba a buena velocidad. Esa es la verdad no más", largó el transportista.

En la casa del chofer una bandera del club de sus amores, "Gallardo DC", cubría la muralla de la entrada. En ese equipo de barrio juega su único hijo, J.M, como arquero de la primera infantil. Unas cien personas, entre vecinos, familiares y amigos del conductor fallecido, recibieron la carroza mortuoria y una fila de autos que la escoltaban.

"Él era un excelente conductor, esto debe ser una falla mecánica", señaló con rabia un asistente.

"Sólo nos queda rezar por su alma", agregó un familiar.

José Luis Abarca laburó varios años en una ferretería de Llolleo y desde 2006 trabajaba como conductor de Tur-Bus. Se encontraba separado y vivía junto a sus suegros frente al colegio del sector.

HERMANO DEL CHOFER: "YA NO TENÍA MAREOS"

Francisco Abarca Saavedra (33), negó que su hermano José Luis se hubiese quedado dormido: "Él durmió bien se día. Yo lo pasé a buscar y estaba bien. Además él pasó la plaza de pesaje un minuto antes. ¿Cómo se iba a quedar dormido?".

Confirmó que su hermano sufría del oído medio.

"Fue hace 5 años atrás, ya no tenía mareos y se le había dado de alta", sentenció.

UNO DE LOS 20 NUNCA SUFRIÓ UN ACCIDENTE

Juan Ernesto Kulm Cabello (53) manejaba hace 20 años su querido camión bautizado como "Cachupín" y nunca tuvo un accidente en ruta. Lamentablemente el destino quiso que encontrara la muerte como pasajero del Tur-Bus que dejó 20 muertos en el kilómetro 45 de la ruta 78.

Esa fatídica mañana Juan (en recuadro) iba sentado en los asientos de al medio de la máquina. El transportista, que vivía en el sector de Lo Gallardo, en San Antonio, iba a terminar de descargar su camión que había dejado el día anterior en Santiago, porque no le alcanzó el tiempo para vaciar los productos de su vehículo. Luego retornaba a San Antonio donde lo esperaban su mujer y sus dos hijos.

"Juanito era un hombre de esfuerzo. Era muy querido por los camioneros por su buen corazón, su humildad y su espíritu de trabajo", señaló ayer en el velatorio su concuñado, amigo y compadre Félix Fuentes (55).

Juan tenía dos hijos que eran su orgullo máximo. La razón por la que se esforzaba día a día cargando y descargando el camión en Santiago y San Antonio.    Karen (21) y Juan Ignacio (23) estudian agronomía "gracias al sudor de su padre". A ella le queda un año y medio para salir y Juanito no hallaba la hora de que fuera la primera profesional de la familia", agregó su compadre.

En el velatorio se barajaban dos teorías sobre el accidente. Los conductores con más experiencia dicen que pudo ser una falla mecánica que desestabilizó al chofer o "alguna falla física o colapso del chofer", señaló un colega.

EN OCTUBRE TAPARON DE MULTAS A TUR-BUS

La mandamás de la Dirección del Trabajo, María Cecilia Sánchez, reveló ayer que a Tur-Bus se le han cursado 218 multas en lo que va del calendario, cifra que va en aumento si se considera que en 2009 sólo se le aplicaron 143 infracciones.

Tur-Bus sostiene que de las 218 infracciones señaladas por la autoridad, 57 corresponden a aspectos administrativos que no tienen relación alguna con las jornadas de trabajo de los conductores. De las 161 restantes, el 90% (145) está en proceso de reconsideración, 4 fueron anuladas; 4 ya fueron rebajadas, 7 fueron canceladas por la empresa, y una está siguiendo un proceso judicial.

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