Cuando uno viene entumido, es rico llegar a casa y encontrar el guaterito puesto con tu señora a un lado de la cama. Eso, siempre y cuando el guaterito no tenga uñas.
Así le pasó a Juan Manuel Olivares, de 44 años, que tras salir de una condena por homicidio que cumplía desde el 2012, se fue derechito a la casa para estirarle la trompita a su querida pierna suave.
¿Cuál fue el problema? Que al llegar a su hogar en Illapel, el ex precioso encontró la cama infladita y calientita, pero gracias a la presencia masculina de un nuevo pololi de su señora, que le estaba ocupando hasta la afeitadora en su casa.
La rabia le subió a la cabeza a Olivares -quien como parece que literalmente es chispita- y al toque empezó a buscar algo pa quemar la casa con todo adentro.
EL HIJO LO DENUNCIÓ
Detectives de la Brigada de Investigación Criminal de Illapel, recibieron una denuncia por el delito de amenazas, interpuesta por el hijo de Juan Manuel, un joven de 18 años, quien lo acusó de amenazar con incendiar el lugar y quitarle la vida a su madre.
"Luego de intensas diligencias, se logró dar con el sujeto y los antecedentes fueron comunicados al fiscal de turno, quien determinó que el sujeto fuese puesto a disposición de los tribunales de justicia", señaló Flavio Olavarria, jefe de la Prefectura Choapa. El imputado, por su parte, asumió los hechos, pero dijo que eran sólo amenazas y que nica freía a su ahora ex pierna.
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