Cuando en Chile pensamos en un ejemplo de políticas públicas bien ejecutadas, miramos bien hacia el norte y nos encontramos con Canadá, una nación habitada por 36 millones de personas en 9.985 kilómetros cuadrados.
En la segunda masa terrestre del mundo no sólo brillan sus hermosos e imponentes parques, con un aire limpio y puro; también tienen una gran calidad de vida, producto de sus sistemas públicos (reales) de salud y educación, además de sus grandiosas obras viales.
Bueno, para no achicarnos tanto, le contamos que incluso desde el país de la hoja de árbol de maplen y las cataratas del Niágara nos están "copiando" una idea felicitada a nivel mundial.
¿Y de qué hablamos? La Ley de Etiquetados, que está a meses de cumplir dos años. En junio de 2016 comenzó a funcionar la medida que exige, entre otras cosas, que cada producto alimenticio que se comercialice contenga sellos en su envoltorio, que indiquen los excesos en nutrientes innecesarios para el organismo. Estos son unos octágonos de color negro que te avisan si el producto es alto en sodio, en grasas saturadas, azúcares o calorías.
Tal ha sido la repercusión de la campaña que se ha convertido en un modelo a seguir en muchos lugares del mundo. Y no sólo en Canadá. Perú, Uruguay y Ecuador impulsaron políticas públicas similares.
"El modelo chileno es el más importante en el mundo. Ha sido definido por la Organización Mundial de la Salud como el modelo a seguir a nivel planetario y creo que va a ser nuevamente el concepto de la ley chilena lo que permita enfrentar los problemas más dramáticos que tenga la humanidad", expresó el senador Guido Girardi, quien ha dado vuelta por todo Latinoamérica presentando la Ley de Etiquetado. Incluso, dice Girardi, desde Israel y Corea del Sur también han preguntado por este sistema.
Hasta en el periódico New York Times calificaron la Ley de Etiquetados como una de las más importantes del último tiempo, ya que es una de la maneras más efectivas para combatir a la obesidad, la diabetes y los accidentes cardiovasculares.
Tipos de sello
Países como Perú, uno de los interesados en el modelo chileno, han ocupado un sistema bastante similar. Es decir, usan un sello de forma octagonal de color negro, que indica el exceso que tiene un alimento.
También existe otro modelo denominado el semáforo, que utiliza Ecuador hace un tiempo, y que consiste en tres colores con un significado cada tono, sin palabras que indiquen expresamente el exceso.
Para el presidente del Colegio de Nutricionistas de Chile, Paolo Castro, "el principal interés de los países que replican el modelo es poder advertir de una forma clara al consumidor. Cosa que un niño de primero básico sin ningún inconveniente se pueda dar cuenta de qué se trata".
Desde la OMS Chile, Zhora Abaakouk , representante y consultora de la organización, señaló que la fijación de los países extranjeros por el sistema es "debido al aumento preocupante y significativo del sobrepeso y de la obesidad en los adultos y niños, muchos países están enfrentando problemas de alimentación y malnutrición por exceso".