En la caravana que trasladaba el féretro del menor que estuvo diez días desaparecido en la provincia de Arauco, sonó la icónica canción escrita por José Luis Perales, un conocido himno con una historia muy singular.
Un centenar de personas se congregaron en la Plaza de la Independencia en la ciudad de Concepción. ¿El motivo? Despedir el cuerpo de Tomás Bravo, niño que estuvo diez días desaparecido y que semanas atrás fue encontrado muerto en la provincia de Arauco.
Escoltado por un vehículo policial y su sirena, el auto en que se trasladó el féretro con los restos del menor se abrió paso entre la muchedumbre.
Mientras esa escena se desarrollaba, entre los bocinazos de la caravana, se oía la letra de una icónica canción, "Que canten los niños".
Que canten los niños que alcen la voz
que hagan al mundo escuchar
Que unan sus voces y lleguen al sol
en ellos está la verdad
Así arranca la letra de que, en 1986, la compuso el cantautor español José Luis Perales. Fue un himno que creó en defensa de la lucha por la niñez: un llamado de paz y auxilio para los más pequeños.
Una canción para aportar
Esta creación la hizo en nombre de Aldeas Infantiles SOS, organización internacional enfocada en la protección infantil.
Perales tuvo su primer contacto con esta institución en Argentina.
"Quise saber qué era eso y me llevaron a una aldea cercana a Buenos Aires", relató el cantautor en una entrevista con El País de Cali.
"Allí había niños huérfanos, marginados de la sociedad, de la calle, que fueron recogidos en unos centros dirigidos por mujeres voluntarias", agregó.
Yo canto para que me dejen vivir
Yo canto para que sonría mamá
Yo canto porque sea el cielo azul
Y yo para que no me ensucien el mar
Conmovido, de vuelta en España, Perales se puso en contacto con Juan Belda, presidente de la organización en tierras hispanas.
Cuando el músico le preguntó cómo podía aportar en la causa, Belda le pidió que compusiera una canción promoviendo la idea de Aldeas Infantiles y la incluyera en un disco, que fue finalmente Con el paso del tiempo.
Cuando Perales la cantó
En una de sus interpretación más conocidas de esta canción, Perales aparece en el escenario junto a una niña y un niño, y entre los tres arman una interpretación conmovedora. Pero son ambos menores quienes se llevan todo el protagonismo.
"Yo canto por el que no sabe escribir", entona ella y luego su compañero continúa: "Yo por el que escribe versos de amor".
Luego el escenario se llenó de infantes que se sumaron a cantar.
https://www.youtube.com/watch?v=3NDUvuDvRuM
Años después, el 20 de febrero de 1997, Perales se presentó en el Festival de Viña. Y ya cuando el show llegaba a su fin, el animador Antonio Vodanovic le preguntó si podía interpretar una última canción, "un último regalo para decir hasta pronto".
—Yo creo que las grandes víctimas de los mayores son los niños —se lanzó el artista a hablar—, las grandes víctimas de las guerras, de la marginación, de los malos tratos, son siempre los niños. A lo mejor esta noche, tenemos pues tenemos a algún niño por ahí que quizás no ha podido pagar la entrada y que, a lo mejor está por allá atrás, o quizás subido por allá arriba... Y quiere escuchar una canción quizá dedicada a él...
Y así se largó a cantar junto al público con un enorme eco.
Hoy, décadas después, mientras la caravana de Tomás Bravo avanzaba por varias cuadras de la ciudad hacia la comuna de Arauco, la canción no dejaba de sonar, abriéndose camino entre pétalos y serpentinas, aplausos, bocinas y gritos de adiós.
https://youtu.be/_4ntU0T4v0s
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