Caperuzos del Pasapalabra dan su fórmula millonaria

Ítalo Tumburrino tiene 25 años, es biólogo ambiental, hace un magister en ciencias biológicas y se dedica investigación en ecología, en bosques y cactáceas.

El concursante, junto a su contrincante, logró completar la última fase del programa de Chilevisión, el rosco, que consiste en acertar a todos los conceptos relacionados con cada letra del abecedario en un breve lapso.

"Me preparé. Lo que más hice fue ver la versión argentina del programa, veía los roscos que jugaban porque eso te ayuda caleta a agilizar la mente, a asociar conceptos, y además bajé una aplicación de Pasapalabra que te ayuda a acostumbrarte a los tiempos", contó.

"Además todas las palabras que encontraba en cualquier lado, y no conocía, las buscaba en la RAE para ver la definición y eso me iba dando las estructuras del juego", agregó.

"Mi estrategia fue jugar bien a la segura, ser súper rápido cuando pasaba y reflexionaba mientras jugaba Sujey. Esperar harto tiempo, eso me ayudó a alcanzarla", explicó Ítalo quien feliz compartió los 72 millones.

"Descargué diccionario de la RAE"

La estudiante de sicología de 19 años, Sujey Jara, contó que de chica jugaba harto al bachillerato y para triunfar en el Pasapabra, recomendó que "estudien, lean harto el diccionario de la RAE y que estén tranquilos, que piensen que están jugando y no tengan en mente el tema de la plata".

"En el primer capítulo me pasó eso. Yo estaba tan tensa que tuve errores por lo mismo, pero después me solté y lo sentí como un juego; esa es la idea porque los nervios te traicionan", dijo.

"En mi celular descargué el diccionario de la RAE y tenía una función aleatoria, y ahí estaba todo el día viendo palabras y su definición, las que conocía las dejaba pasar, pero las otras las iba memorizando", agregó.

La "chiquille" recordó al concepto que dejó para el final, porque le pareció muy sencillo para ser el adecuado.

"Me preparé una semana y el concepto que más me costó en el programa fue el último: la palabra mandón la encontraba como muy coloquial, me decía que no podía ser, cómo tan simple, estaba entre esa y mandamás, que la sentía menos coloquial, pero dije mandón y gané", recordó.

COMPARTIR NOTA