José Alfredo Grado González falleció hace siete años y en su tumba sus seres queridos metieron algunas de sus posesiones más preciadas, por eso al Más Allá se fue acompañado de un montón de "Bombas 4" que atesoraba con particular cariño.
Su hijo, Patricio, recordó que el carabinero jubilado compró La Cuarta desde que salió todos los días de lunes a domingo, y que los viernes, cuando salía el póster, siempre realizaba el mismo ritual.
A la hora de once ponía una "Bomba" bajo el mantel de hule en la mesa del comedor con el nombre de uno de sus siete hijos hombres y se la regalaba a uno de ellos, pero era sólo por un rato, ya que después la pedía de vuelta y la guardaba en un baúl junto al resto de sus tesoros.
"Mi viejo nunca las miró con maldad ni depravación, lo hacía con picardía, y nunca las pegó en las murallas. Pasaban desde debajo del mantel al baúl", contó Patricio.
Sobre el fin de la "Bomba 4" opinó: "todo va cambiando y la prensa ha evolucionado, la vamos a echar de menos, pero lo entiendo".