"Hice todo lo que estaba a mi alcance para disuadir a los jóvenes y evitar tener que usar mi arma para defenderme", aseguró el sargento John Mograve Villegas, sobre lo sucedido el 18 de noviembre en Talcahuano.
El sargento de Carabineros, John Mograve, volvió a hablar públicamente tras ser acusado de disparar en contra de dos menores de edad en un hogar del Sename en Talcahuano.
El policía, quien cumple la medida cautelar de arresto domiciliario, permanece a la espera de que concluya la investigación, en febrero de 2021.
En entrevista con La Tercera PM, Mograve recordó cómo ocurrió el denominado "caso Sename".
Aquella tarde, el sangento acudió al centro Carlos Macera tras el llamado del SAMU. "Debía atender a un joven con problemas de descompensación al interior del hogar. Estábamos con mi compañero haciendo nuestro recorrido en bicicleta por el Plan Cuadrante, y partimos de inmediato al hogar. El llamado no era nada de extraño, es muy común que el SAMU llame a Carabineros en esos casos. Carabineros acude a prestar cooperación, colaborando en lo que ellos requieran y de ser necesario adoptamos el procedimiento policial", explicó.
"Yo había estado muchas veces antes en el centro Carlos Macera. Conocía personalmente a muchos de los niños y adolescentes, y en general, especialmente los más pequeños, nos quieren mucho. De hecho, el día que fuimos atacados, antes de la agresión, habíamos quedado de volver a arreglarles las bicicletas (que estaban pinchadas) al día siguiente. Siempre hemos tenido una muy buena relación con ellos", aseguró.
De acuerdo al policía, al llegar al lugar junto a su compañero de labores "fuimos violentamente agredidos. Solo le puedo decir que llegamos en una actitud totalmente amistosa y que al momento de retirarnos un grupo de adolescentes comenzó a agredirnos de manera muy violenta con patadas, piedras y palos. De hecho, mi casco quedó partido en dos con la fuerza de golpes de palos que recibí. Y luego, cuando llegaron refuerzos, agredieron a otro compañero con tanta agresividad que le terminaron quebrando el brazo a palos".
Disparos
Sobre la causa de los disparos, el carabinero sostuvo que "hice todo lo que estaba a mi alcance para disuadir a los jóvenes y evitar tener que usar mi arma para defenderme. Yo llevo 19 años en Carabineros y me han tocado muchas situaciones complicadas, pero nunca nada como esto. Yo temí por mi vida y creo que estoy vivo solo gracias a mi contextura física, que me permitió correr y correr y volver a correr entre uno y otro golpe".
"Doy gracias por estar con vida y no haber sido el mártir 1.222 de carabineros. Es muy triste ver que estos adolescentes, que son los mayores del centro del Sename, que incentivan a otros ser agresivos y llevan a los más pequeños de entre 7 y 8 años a ser testigos de estas situaciones de mucha violencia", añadió.
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