Carcuro: ''Somos oro en rayuela corta y plata en carrete''

Ocupa una canción de Silvio Rodríguez para tirarle la pérgola a Usain Bolt o se emociona con las hazañas de Michael Phelps.

Pero cuando realmente se le forma un nudo en la garganta a Pedro Carcuro, es al momento de preguntar por el rating. Más de 25 puntos en sintonía... ¡los Juegos Olímpicos resucitaron a TVN! Y acto seguido, se va en la humilde: “No sólo de fútbol vive el hombre”.

-Seamos sinceros, creo que nadie esperaba este batatazo...

-Es que estos son espectáculos de categoría mundial. ¡Es el evento deportivo más importante del planeta!

-Pero ustedes no tenían una “parrilla caliente”...

-Y es aquí donde se valora aún más la misión que debe tener la televisión pública. Porque de alguna manera le estamos dando la pelea al sedentarismo y a la obesidad infantil, pues en el futuro habrá más niños haciendo deporte.

-El problema es que no hay donde practicarlo...

-Yo creo que hay. La otra vez conversaba con un profe cubano y me decía que la infraestructura chilena era mucho mejor que la de ellos, y ya sabemos lo que es Cuba a nivel mundial. Es cuestión de voluntad, somos flojos. ¡Medalla de oro en rayuela corta y de plata en carrete!

-Entonces, ¿cómo hacemos para que los “Bolt” de lo ajeno se dediquen a ganar medallas?

-Hay que ir de a poco. Trabajar. Invertir. Tener la voluntad. Y van a aparecer más jóvenes como Ricardo Soto (Tiro con Arco) o chicas como Natalia Duco (Lanzamiento de la bala).

-¿Más Tomás González?

-¡Exacto! Antes no había niños que hicieran gimnasia, hoy hay cuatro academias en Santiago, con más de mil alumnos practicando este deporte. Y eso es formidable. ¡Único!

-Permítame indagar en su intimidad, ¿en qué deporte soñó con la que cuelga de orégano?

-Me hubiese gustado ser bueno para el fútbol, para qué voy a mentir.

-¿Y qué pasó?

-Era un tronco... ¡de aquellos!

-¿En que puesto jugaba?

-En mi barrio jugaba todo el día y era volante mixto. Pero la única gracia que tenía era pegarle más o menos a la pelota en los tiros libres. Nada más.

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