Pese a que en su programa de gobierno no encajarían las entradas a quina ni las botillerías con freepass cuando juegue el Bulla, Carlos Heller es el candidato número uno de Los de Abajo pa' convertirse en el próximo presi y por fin conseguir que se abran las grandes alamedas para el pueblo azul.
Un respaldo que hace retorcer de envidia a cualquier ministro de Transportes sediento de armonyl, pero... ¿qué dijo el Ricky Ricón de los pobres? Vio venir la pregunta, la paró de guata, le pasó un par de lucas y la tiró por el desvío: "Sin comentarios al respecto. ¿Si hablé con Federico Valdés sobre la reunión con los hinchas? No, yo no tengo que darle explicaciones a nadie".
Y de tanto hincharle el bolsillo, Heller se choreó más que cuando se le pierde una gamba, pero igual habló sobre el nuevo apoyo socialdemocrátaca-bullanguero. "Fue una sorpresa. Una vez me tiraron pintura, me sacaron la madre durante mucho tiempo y ahora esto... De verdad estoy sorprendido, pero fue una conversación en buena onda".
YO SOY EL PAPI
Pero lejos de complicarse por los gritos revolucionarios, el actual capo de Azul Azul, Federico Valdés, hizo oídos sordos a la metamorfosis presidencialista que pide un sector chunchístico y prefirió chacharear sobre el nuevo cahuín que involucra a la concesionaria, a la Corfuch y al ex síndico José Manuel Edwards. Y todo por un convenio con CCU que debió bancarse.
"Acá no hay demanda. Lo que hicimos fue comprar los derechos de Cristal sobre la quiebra y recurrir contra la continuidad de giro de la Corfuch", señaló el Maestro Longaniza ABC1, quien prefirió no tratar de pillín, pillín a Edwards. "Si hubo mala intención? No, no lo diría así. Simplemente eso no estaba en la lista de deuda que nos entregó". ¿Tons? El reclamo es por unos 500 millones de pesos.
