Más negro que tambor parrillero quedó ayer el lugar de trabajo del jefazo del Consejo de Defensa del Estado, Carlos Mackenney, debido a un incendio que dejó la mansaca en los dos últimos pisos del edificio lila ubicado en Agustinas 1687.
El siniestro empezó a las 11.40 de la mañana y afectó al sexto piso del inmueble, lugar donde se ubica la oficina de Mackenney, quien a esa hora disfrutaba de un café con su retoño.
En el lugar trabajaban cinco personas cuando se iniciaron las llamas. Una de ellas, la secretaria Alejandra Orellana, terminó en un centro asistencial intoxicada por el intenso humo y calor.
Luego de haber ido a ver cómo había quedado su despacho, el mandamás del CDE, comentó: "Aunque mi oficina es la más afectada, no se perdió ningún tipo de material, ya que todo está respaldado y además, gran parte de los casos están en los tribunales de justicia".
Una falla eléctrica habría iniciado el siniestro que rostizó todos los cachivaches del jefazo.
