En el Manifiesto Pop de esta semana, Carlos Maldonado (PR) da cuenta de sus días en Valparaíso, su visión como radical del país y los entretelones de las inscripciones a las Primarias en la izquierda chilena. Acá, el candidato presidencial del Partido Radical habla largo del actuar y vivir en política, y su similitud con el personaje de Pedro Pascal en The Mandalorian.
Fotos: Andrés Pérez
Política
Chile necesita cambios muy importantes. Y tenemos, como partido y yo como candidato, claridad acerca de cómo hacer esos cambios de tal manera que efectivamente podamos seguir un buen camino hacia adelante. Que seamos un país mucho más justo pero que preservemos las cosas buenas que tenemos. Que preservemos nuestras libertades, nuestra democracia. Que preservemos también la necesidad del crecimiento económico, que es imprescindible para que la gente tenga trabajo, tenga ingresos, para que los pequeños negocios tengan movimiento. Conjugar los cambios sociales profundos, necesarios en pensiones, salud y educación, con estabilidad política y con progreso económico es lo que nosotros, como Partido Radical, le ofrecemos a Chile.
Creo que estoy preparado para ser Presidente de Chile. Coordiné la implementación de reformas importantes en la justicia en el gobierno de Ricardo Lagos, fui Subsecretario General de Gobierno y ministro de Justicia en el primer gobierno de Michelle Bachelet, fui miembro del comité político: es decir, estábamos en todas las decisiones relevantes, en permanente contacto con los ministros de La Moneda y con la Presidenta. Y también tengo experiencia en el sector privado, que es bien importante para entender cómo funciona, para saber qué hay de cierto y qué no en todo lo que se dice por parte del sector privado acerca de qué cosas pueden afectar la economía o las decisiones de inversión. Conozco ese mundo y nadie me va a contar cuentos.
La política no tiene días ni horas inhábiles, es como la posta de urgencias. Es 24/7, compleja, dura, demandante, difícil. Yo tengo una vida familiar, tengo una señora, cinco hijas entre los dos, y acaba de nacer mi primer nieto. Me gustaría dedicarle más tiempo y lo veo poco, lo que puedo, un par de horas a la semana, porque paso metido en la política. La vida de uno se posterga bastante en el plano personal. Sobre todo cuando uno está aspirando, como en este caso, a una candidatura presidencial, es muy absorbente. Pero todos tenemos la obligación de que este sea un país mejor. Hay que corregir la distribución del ingreso, tantas injusticias, abusos. No me sentiría tranquilo de espectador.
Valparaíso y la pelota
Conocí de cerca las injusticias y las limitaciones que impone la pobreza. Yo soy de una familia modesta, de los cerros de Valparaíso, y entiendo los esfuerzos que hay que hacer para salir adelante como familia, como persona, y también como sociedad. Vi las injusticias y la pobreza. Iba a un colegio donde había niños muy pobres. Yo no tenía recursos más que lo básico, pero tenía compañeros que de verdad vivían mucha pobreza, en una escuela en el Cerro Florida. Iban con zapatos que no eran de su número, que les habían regalado, de personas más grandes. Compañeros que no tenían baño en sus casas. Por eso, siento que es tan importante trabajar para hacer un mejor país, realmente justo y más solidario, más fraterno, donde nadie viva privaciones. Que todas las personas tengan derecho a una buena vivienda, una alimentación adecuada, buena educación, porque de verdad se pasa mal siendo pobre. Yo lo sufrí en parte, pero tuve amigos y amigas que lo sufrieron mucho más. Y me gustaría que nadie más lo sufra en Chile.
Soy radical y wanderino. Mi papá me llevaba de chiquitito al estadio en Valparaíso. Empecé a ir en los tiempos en que todavía el goleador era el "Tanque" Álvarez. Era el último que quedaba de "Los Panzers", campeones de 1968. Yo no alcancé a ver ese equipo, era muy chico, empecé a ir en los 70s. Y de ahí pa' adelante: vi al Wanderers de Juan Carlos Letelier, el del "Peineta" Garcés con la "Liebre" Riveros...
Del 2001 recuerdo especialmente el partido con Colo Colo, en Sausalito. También vine después al último, en el Nacional, con Audax, donde nos coronamos campeones, pero ese partido tuvo una cosa que le quitó un poquito de emoción: por un resultado anterior Wanderers ya era campeón. Por eso el partido con Colo Colo… además casi me quedo afuera. Estaba hasta peligroso, pero logré entrar. Me acuerdo que ganamos con gol de Riveros 1 a 0 y que expulsaron a Moisés Villarroel porque pegó una patada de esas de Moisés Villarroel, je.
Hoy Wanderers está como está por la Sociedad Anónima. Para que vean que los negocios y que el mercado no son la solución para todo. Dime qué equipo en Chile se ha visto que siendo Sociedad Anónima haya ganado la Libertadores o eso que prometen... estaban mejor antes, cuando los socios, la gente con la camiseta puesta, estaba a cargo de los clubes. Ahora entran, meten un poco de plata y cuando las cosas están mal se quieren retirar. Además, no tienen experiencia en fútbol.
Yo era como Ricardo Dabrowski: tronco pero goleador. Amaba jugar fútbol. Por eso me regalaron una camiseta con el 9. Era re malo, pero era re bueno para hacer goles, algo contradictorio. Tronco: para hacer una pared no me daba, pero siempre la achuntaba adentro del arco.
Me hubiera encantado ser futbolista, era un sueño. Yo jugaba en un puesto que ya no existe. Pese a que la camiseta que me regalaron tiene el 9, yo jugaba de wing derecho, de 7. Ya no existe ese puesto, ahora son como lateral volante, carrilero. Mi sueño era jugar en Wanderers... ¡y es tan bonito hacer goles! Jugaba en un equipo de barrio, el Guillermo Rivera en los cerros de Valparaíso y, como era goleador, varias veces sentí esa alegría indescriptible que siente uno al hacer un gol. Es mágico, el fútbol es mágico.
Elías Figueroa fue el mejor de la historia... más que Vidal. ¡Fue elegido Mejor Jugador de América cuando Pelé jugaba en América! Lo vi jugar, pero en Palestino... cuando volvió de su maravillosa carrera en Brasil. Lo iba a ver cuando jugaba Palestino con Wanderers en Playa Ancha. Jugador extraordinario. Yo reconozco que Arturo Vidal es un gran jugador, pero Elías era un supercrack.
Megaelecciones
La gente no quería que la Convención Constitucional fuera redactada por los políticos. Eso lo expresó en el plebiscito de octubre del año pasado, cuando el 80% dijo que no quería la Convención Mixta. Entonces el resultado del domingo es bien coherente con los resultados de octubre. Por eso, en materia de constituyentes la gente privilegió bastante a los independientes y a los partidos tradicionales no les fue bien.
Es importante leer la señal de la ciudadanía en la elección de la Convención Constitucional, pero tampoco hay que sobreinterpretar esa elección. No pensar que todo lo que viene es independiente y que la gente va a rechazar a los candidatos de los partidos. Tiene que ver con la calidad de las personas y los candidatos. En la Región de Coquimbo, en la capital regional, salió electo por tercera vez alcalde nuestro candidato Roberto Jacob, y aumentó su votación incluso. ¿Por qué? Porque es transparente, cercano a la gente, hace un gobierno comunal participativo. La gente, más que renovación o mantener a los que están, quiere a buenos dirigentes. Si son los mismos o son nuevos..., lo importante es que sean buenos, que sean sinceros, trabajadores.
A la gente le gusta la renovación y es bueno que haya energía joven en la política, pero lo principal es la persona. Un ejemplo: en la Quinta Región, mi ciudad, salió electo con muy buena votación Agustín Squella, que fue profesor mío en la Escuela de Derecho en Valparaíso. Y Agustín Squella tiene muchas virtudes, pero entre ellas no está la juventud. Es un gran intelectual, pero es mayor y, sin embargo, tuvo un gran respaldo. Entonces, no creo que tenga que ver con edad: tiene que ver con que la gente de confianza.
Primarias
Lo del miércoles en el Servel fue desastroso. Como leí por ahí: ni en Game of Thrones murieron tantos en un solo capítulo. Me daba risa alguien que puso en la noche: "ya, ahora pa' relajarme voy a ver un capítulo de Black Mirror". Porque lo que había pasado superaba todo... Vimos una cantidad tal de idas, vueltas, cambios de candidaturas, cambios de pactos, que en realidad la gente, con toda la razón, queda con una muy mala impresión. Y lo que molesta es la falta de coherencia de algunos. Nosotros levantamos una candidatura en diciembre, y hemos mantenido desde entonces una sola línea de discurso y de acción...
A mí el día miércoles algunos me decían "¿oye, tú también te vas a bajar?". Porque se había bajado Heraldo... y les decía "pero cómo me voy a bajar, si hoy es el día en que se inscriben las primarias". Y yo claro que quería una candidatura única, pero quería que lo decidiera la gente; no que lo decidamos entre cuatro paredes y con maniobras raras. Fuimos muy coherentes, mantuvimos la templanza todo el día. De hecho, le pedí al secretario del partido que pidiera una hora tarde en el Servel porque sé cómo son estas cosas, y nos dieron para las 9 y media de la noche. Mientras tanto vimos por televisión el reality. Fue un reality macabro.
Lo que hizo Jadue es como si Colo Colo dijera que el próximo torneo lo juega siempre que no lo juegue la "U". Nosotros estuvimos siempre dispuestos a ir a una primaria amplia. Lo dije al mediodía: sin vetos y sin exclusiones, porque Daniel Jadue ya había dicho que no se imaginaba una primaria con Heraldo Muñoz y Ximena Rincón... "casualmente" los dos se cayeron durante la tarde. A mí no me parecía que si uno estaba disponible para una primaria amplia empezara a pedir condiciones, con quiénes sí y con quiénes no. Eso no es competir, es querer acomodar las cosas al gusto de uno.
Si no era posible la primaria amplia, porque no había acuerdo, nosotros queríamos una primaria de Unidad Constituyente. Ese fue nuestro discurso público y privado. Avanzó el PS en sus conversaciones con el PC y el Frente Amplio, se empezaron a bajar candidatos, se quería acomodar la cancha ahí... nos avisan desde el PS que tenían prácticamente cerrado un acuerdo con el PC y el Frente Amplio, les dije que estaba disponible para ir a firmar al servicio electoral y que invitaran a la Democracia Cristiana. Me dijeron que estaban enredados con el tema de la candidatura, que se bajó Ximena, que Yasna no quería ir a las primarias... les dije que no era el escenario ideal. Después me avisan que se cayó el acuerdo. "Vamos a las primarias nuestras", les dije. Había un problema: se habían bajado casi todos y Yasna no quería ir a la primaria. "Vamos nosotros entonces", y crucé a la sede del Partido Socialista. Les dije que hiciéramos primarias con los que estuviéramos disponibles. Me fui al Servel por la reserva y los esperé allá, mientras ellos se quedaron en la sede. Llegó Elizalde, el PPD, pero no entraron a firmar. Finalmente, como a las 11 y media, cuando llevaba esperando un periodista me avisa que el presidente del PS había decidido no incluir primarias. Bueno, no hubo caso.
Trago amargo
Tenía una sensación entre la incredulidad y el enojo. Enojo porque, que de nuevo la centroizquierda no hiciera primarias... el 2017 no hicimos y fue un gravísimo error ver las primarias por televisión. Influyó en la derrota y en que finalmente llegara Piñera al poder, que ha sido un desastre para Chile. Les dije que no podíamos repetir el mismo error. Cuando uno se tropieza una vez con una piedra es un accidente, pero cuando tropiezas dos veces con la misma piedra tiene otro nombre.
Había gente en redes sociales que me veía esperando y que se ofrecía a llevarme café. Una persona de Twitter, después de mis declaraciones, incluso preguntó si era casado. Y una de mis hijas le contestó "sí, profe", porque había sido alumna de ella... "mi papá es casado", le puso jajaja. Pasó de todo, hubo muchos memes.
A mí me hubiera gustado ver a Paula Narváez y a Yasna Provoste en el Servel. Cuando uno quiere servir a Chile y está consciente de las necesidades del país y sabe desde hace cuatro años que van a haber elecciones, es raro que diga "lo estoy pensando, no quiero precipitarme". Me suena a que está tomando la temperatura y ver cómo van las cosas. En este tipo de cuestiones uno tiene que dar la cara e ir de frente al tiro, avanzar.
Algunos dicen que me enojé, que estoy picado. ¡Son carepalo, ahora me culpan a mí! Yo estaba dispuesto a morir en la primaria de julio... o a ganar. Eso lo habría decidido la ciudadanía. Pero ellos no... ellas no quisieron. Ahora no me pueden culpar de que yo no quiero unidad. Fui el único que estuve dispuesto a firmar. Es un tema de coherencia. ¿Hace cinco días no quisieron firmar una primaria legal y ahora proponen una convencional? Las primarias convencionales son pura maquinaria de los partidos.
Referente
El gobierno de Pedro Aguirre Cerda fue el más exitoso en la historia de Chile. Es mi referente. Fomentó el desarrollo económico a través de la Corfo, consolidó la democracia, promovió la unidad social. Multiplicó por seis la cobertura educacional, mejoró la salud, las viviendas, hizo una serie de políticas sociales muy relevantes en solo tres años. Demostró que se puede combinar justicia social y unidad Nacional con estabilidad política y con crecimiento económico.
Ahora, no cualquiera es capaz de hacerlo... nosotros aspiramos a liderar el proyecto de centroizquierda. Podemos hacerlo. Entre Lavín, una derecha conservadora y minoritaria, y Boric o Jadue, nosotros podemos ser una alternativa que convoque de mejor manera a la ciudadanía. Una alternativa no refundacional, porque la gente quiere que Chile cambie en muchos aspectos pero no quiere que sea refundado completamente, que se tire por la borda todo lo que hay. Quiere que se construya, sobre lo que hay, un mucho mejor sistema social. Esa es la gran deuda de Chile.
El Mandaloriano
Soy muy aficionado al Mandalorian... porque crea, a nivel galáctico, de ciencia ficción, lo que es la figura de los cowboy, del hombre que enfrenta con valentía, coraje e hidalguía los desafíos del destino, los peligros y siempre movido por sus convicciones. En este caso, el Mandolorian que cuida al Baby Yoda y enfrentando muchos peligros… pero me quedo hasta ahí, no quiero hacer spoiler.
En términos de luchar por lo que uno cree, me siento reflejado en el Mandalorian. Porque es lo que hay que hacer: luchar por las convicciones y si uno solo quiere hacer lo que es correcto cuando el viento es favorable y el sol calienta... no: la diferencia la hacen los que están dispuestos a hacer lo correcto cuando hay tempestad, cuando hay viento en contra, cuando hay peligro. Y yo trato de dar, en eso, testimonio de los valores y las enseñanzas que nos inculcaron mis padres.
Drogas
Nosotros creemos que tiene que ponerse mano firme en todo lo que tiene que ver con los delitos económicos. Con la corrupción, que se vayan a la cárcel los que se coluden para perjudicar a la gente. Y tenemos que poner mano dura, también, contra el narcotráfico, que afecta mucho a los sectores pobres, en cuanto a que toma control de sectores territoriales y es un drama terrible en muchas poblaciones.
La regulación de la cannabis se ha transformado en un tema de libertades personales. El Colegio Médico sacó un documento hace un tiempo donde rechazan la legalización de la cannabis porque consideran que finalmente es un problema para la salud pública por las posibles adicciones, etc. Y citan casos de países y de estados de Estados Unidos donde se ha legalizado y muestran que las estadísticas de salud, de delitos asociados al consumo de drogas y de accidentes han empeorado. En mi gobierno estoy dispuesto a que se debata abiertamente y, si es necesario, que su definición sea mediante un plebiscito. Que la ciudadanía decida.
Vicios
Estoy al día con la música. Es que tengo hijas adolescentes: conozco todas las canciones de Dua Lipa, conozco a Taylor Swift, a Years and Years, todas esas bandas y me gustan también. Ahora, una que me gustara a mí: Queen era extraordinario... cuando era cabro, en el liceo en Valparaíso, ponían su música en los recreos. Gran banda, estaban de moda... y en mi opinión son los mejores. Pero soy bien transversal, me gusta la música romántica, de todo un poco. Aunque acá lo que más se escucha es música "actual", digamos.
Mi serie favorita es Breaking Bad. ¡Qué buena seeerie! Es como una película de súper larga duración, porque no tiene nada de más: desde el capítulo uno de la primera temporada hasta el capítulo final de la quinta, todo está relacionado, es parte de una misma historia y va desarrollándose. No están rellenando. Es la mejor serie que se ha hecho en mi opinión. Y me entretenía después con Better Call Saul.
Un sueño que tengo pero es imposible de cumplir es que me gustaría cantar... pero canto como las berenjenas. Es tan bonito, oye. Mi señora canta muy bien, nuestras hijas también... hacen karaoke y yo las escucho, no más. Estoy todo el karaoke picoteando, subiendo de peso. Siempre me gustó la música y la capacidad de interpretar. Te dije que el fútbol era mágico, la música también. Es capaz de emocionarte, interpretar sueños, interpretar reivindicaciones. Admiro a las personas que cantan bien, es un don muy bonito.
Soy bastante buen cocinero. Cocino cada vez que puedo en mi casa. Mi especialidad, como buen chileno, el asado, me gusta la parrilla. Y también las pastas, las salsas, porque mi mamá era de ascendencia italiana, entonces ella cocinaba eso y me pegó el gusto por la comida italiana.
Si pudiera invitar a tres personas a un asado sería a Pedro Aguirre Cerda, Michelle Bachelet y a Elías Figueroa. Pedro Aguirre Cerda, porque es la encarnación de la chilenidad, de la capacidad y de la humildad. A Michelle Bachelet, porque fui ministro de ella y me consta su profunda vocación de servicio, de buscar el bienestar de las personas y es una persona muy inteligente, muy alegre, tiene un carácter resiliente pese a que tuvo muchas adversidades en su vida, es muy querible, entrañable. Y a Elías Figueroa, porque fue el mejor jugador de la historia y wanderino.
Yo
Carlos Maldonado es un hombre capaz, honesto, consecuente, que se ha forjado a través del esfuerzo. Soy una persona de origen humilde, que nunca ha dejado de lado el cumplir con el deber que le ha correspondido, sea estudiando, trabajando, haciendo política. Y uno surge en la vida y logra objetivos cuando es consecuente y cuando actúa correctamente. Estoy convencido de que al que actúa bien, le va bien.