Desde mediados de 2016, el Senado ha estado en la mira del fiscal Manuel Guerra, quien investiga, por eventual fraude al fisco, asesorías de expertos a miembros de la Cámara Alta desde 2015 a la fecha. En ese contexto, Carlos Montes, desde su llegada a la presidencia de esta rama legislativa, el 9 de marzo, impulsó la transparencia, la que por diversas razones -técnicas y legales-, rige desde que asumió.
- ¿Por qué se necesita transparentar las asesorías?
Una de las formas de acortar la brecha que se ha generado entre la ciudadanía y las instituciones es aumentar los niveles de transparencia. El Congreso Nacional tiene una aprobación ciudadana bastante baja, las razones son variadas y desconocerlas es no entender el problema. Hay que enfrentarlas e ir modificando los aspectos que no colaboran en ese sentido.
- ¿Cuál es el fondo de su propuesta?
La publicación de los informes de asesorías externas, las rendiciones de gasto de la Presidencia y la Vicepresidencia del Senado, de los pasajes aéreos, de los viáticos, la transmisión de las sesiones de las comisiones en la Cámara Alta, tienen ese objetivo, avanzar en transparencia.
- Se habla de rechazo o cierta reticencia a transparentar por parte de sus pares, ¿No cree que eso da pie a que la ciudadanía rechace más la actividad política?
Como señalaba al principio, hay distintas razones que alejan a las personas de la actividad política y de las instituciones. Una de ellas, sin duda, es la falta de información clara y transparente.
Respecto de las opiniones de los senadores y senadoras de la corporación, yo no hablaría de rechazo o de reticencia. Siento que hay cada vez más disposición a avanzar y así se ha manifestado. Claro que hay diferencias de opinión y eso, en un espacio democrático, se debate, se conversa.
- El fiscal nacional, Jorge Abbott, pidió al fiscal Guerra "cuidar las instituciones", ¿quiénes y cómo deben hacerlo?
Cuidar las instituciones, que dan estabilidad y gobernabilidad a un país, es tarea de toda la sociedad. Eso no significa que las instituciones, sus culturas, sus procedimientos y sus privilegios no sean revisados, de manera permanente, como una forma de que las instituciones estén en línea con los tiempos que corren.
- La Cámara Baja accedió a transparentar desde el año que pidió los informes el fiscal Guerra, ¿por qué ellos sí y el Senado no?
Soy senador y presidente del Senado. No me corresponde opinar sobre las decisiones de la Cámara de Diputados, porque cada corporación realiza sus propias valoraciones.
Lo que se determinó en el Senado en su momento, ante la solicitud efectuada por la fiscalía, fue un acuerdo de toda la corporación, establecido luego de un análisis jurídico y basado en la normativa legal vigente.
No obstante, yo soy partidario, como lo he señalado en distintas oportunidades, de transparentar toda la información, con las reservas legales correspondientes, claro.
- Junto con su propuesta de transparentar los gastos en asesores desde 2015, está la de los diputados de rebajar los sueldos de los parlamentarios ¿Por qué cree que no han sido muy populares esas ideas?
Creo que las dietas, los sueldos, no sólo de los parlamentarios y parlamentarias, sino también la de los altos funcionarios del Estado, deben ser revisadas de manera permanente. Me parece muy positivo que estos temas sean debatidos, en una discusión profunda y con altura de miras, sobre todo en una sociedad tan desigual como la chilena.
Navarro: "Lo peor es el secretismo"
La decisión del Consejo de Asignaciones que se adoptó para dar a conocer los informes de las asesorías externas vino a remover al Senado. Según fuentes internas, y pese a la molestia, "sobretodo de los mayores", los senadores están en la obligación de acatarlas, aunque el principal desacuerdo era por la indicación de que la transparencia de los informes parlamentarios fuera retroactiva, hasta el 2015.
"Lo que se discutió fue en una reunión privada, no es un proyecto de ley, es una idea donde todos están de acuerdo. Nadie va a decir que está en contra", contaron a Sábado.
Ahora que la retroactividad se desestimó, el Senado en pleno parece estar de acuerdo.
El senador Alejandro Navarro (País) tiene un punto de vista claro. "Las asesorías parlamentarias tienen que ser conocidas públicamente, puede haber un lapso de tres o seis meses, donde sean de carácter reservado, producto de la misma asesoría.
La demora en que éstas sean dadas a conocer a la opinión pública ha provocado, por cierto, una pésima imagen y ha profundizado la desconfianza ciudadana. Cada parlamentario debe responder por los asesores que hicieron esas asesorías y si existieran dificultades, habrá que esclarecerlas. Pero lo peor es el secretismo, lo peor es ocultar los documentos", aseguró.