Brindo dijo el arriero, mientras se empinaba un vino rico. Pero brindo dos veces si en el extranjero, hace una pepa Carlitos Muñoz, alias el “Quico”...
Aro, aro, aro... La verdad es que la paya no estuvo tan buena, pero los goles que enchufó el ex ariete de los albos dan para un salud con "Terremoto" y hasta su "Réplica", ¡oiga!
"Estoy feliz. Muy contento por debutar de esta manera. Jamás lo pensé, ni en sueños se me pasó la idea", confesó el "Cachetoncito" a La Cuarta, tras su dupleta en la goleada por 4-3 sobre el Ajman.
La boleta sirvió para que el Baniyas comenzara la liga camella con el pie momio y su familia inflara el pecho en las cuicas tribunas paisanas. "En el estadio estaban mi novia, mis hijas, mis padres y un sobrino. Con ellos pude celebrar este primer paso fuera de casa", agregó el ariete.
Gracias a los cuchi cuchi familiares la adaptación -cuenta el porteño- no ha sido tan cabrona en los Emiratos Árabes, aunque admite que hay ciertas cosas que aún lo arrugan.
"Lo raro es que los compañeros recen en los entretiempos o que se sirvan algunas comidas con la mano", se asombró, pero el ex colocolino también le ha traspasado su especialidad a los colegas, o sea, la inflamación de cachetes. En cada uno de sus dos goles, el chileno celebró con su famoso "Quico", que fue clonado por sus yuntas.
El gesto también habla del buen recibimiento que Carlitos tuvo en el equipo, en gran parte porque "el técnico es uruguayo (Jorge da Silva) y hablamos en español. Con mis compañeros dialogamos en inglés", se pegó el truco.
Pero tal como dice el gran Coco Legrand en la publicidad del vino que maúlla: se puede tener de todo, pero siempre falta eso que es “típico chileno”.
Y Muñoz tendrá que bailar una cueca triste en estas Fiestas Patrias. "Será difícil pasar este '18' afuera. Es la primera vez que no estaré en mi país para celebrar con mi gente, pero igual me bailaré unos pies de cueca, como buen chileno", adelantó.
¿La fonda? La que se hará en el consulado tricolor que tenemos por esos arenales y donde hoy tirarán la casa por la ventana. "Estoy invitado y si bien somos poquitos los chilenos, celebraremos como Dios manda", concluyó.