Carrusel del Hotel Valdivia partirá hacia Antofagasta

El trofeo más preciado del Hotel Valdivia ya tiene nuevo dueño. Ayer el famoso carrusel con caballitos de mar de la pieza Caracol sacó pasajes a Antofa, en el último día de remate del exclusivo lugar de cacheteos.

Pero la hazaña no fue fácil. Había varios interesados en llevarse pa' la casa el peculiar juguetito que paseaba a las parejas a potope.

La postura del objeto, en el que se lució Sigrid Alegría en la peli “Sexo con Amor” partió en un palo, y desencadenó el mechoneo entre dos empresarios.

El antofagastino Cristián Henríquez, tuvo un duro round con Marcos Rulli, dueño del restaurante Ocean Pacific's de calle Cumming.

Ambos, forrados en plata, llevaron la subasta del lote 560 hasta las nubes, barriendo con el resto de la gallá que colmaba el dormitorio.

Finalmente, Henríquez ganó el gallito por 8 palos y medio y se quedó con el carrusel que llevaba 20 años cumpliendo fantasías eróticas. "Estoy contento porque es lo que soñaba y sólo vine a eso. Estaba tan nervioso que dormí poco y no desayuné. Este es un tremendo triunfo para el hotel El Cairo", contó.

Y le viene como anillo al dedo, pues su parejero contará con la joyita en la habitación Neptuno, que está adornada con motivos del mar. "Tenemos 24 piezas ambientadas en la época romana, griega y egipcia", detalló.

El lunes, a primera hora, estará con un camión en calle García Valenzuela 045, desmontando los caballitos que alguna vez fueron adquiridos en el remate de un circo. "Lo cuidaré como hueso santo", aseguró.

Muy triste

Por su parte, Coralia Mella, nieta de los fundadores del volteadero, indicó que esta pieza, la más cara del remate, debe mantenerse siempre soplada para evitar desagradables evidencias amatorias.

"La parte del motor se desarmaba y se aceitaba una vez al año. Los caballitos se desinfectaban cada vez que se desocupaba la pieza y una vez al año se le cambiaba el tapiz", reveló.

En total fueron alrededor de 300 personas, entre sapos y compradores, los que se dejaron caer ayer en el Valdivia.

Había empresarios del rubro, como Cristian Sepúlveda del hotel Las Araucarias de Rancagua (se llevó todo lo que pilló para replicar el Valdivia)  y otros que simplemente pretendían remodelar la casa.

Este último es el caso de Cristián Reyes, quien se adueñó de dos jacuzzi, dos duchas con puertas de vidrio y un sauna. "Algunas de estas cosas son para mis padres y otras van para los cambios en mi depa".

También se podían ver algunos de los 70 trabajadores del hotel, quienes se despidieron de los dormitorios, antes de que se cerraran con cadena.

"Esto es muy triste", dijo entre pucheros la señora Eugenia Farías, quien llevaba 30 años dándole la bienvenida a los amantes.

Nuevo Valdivia

Se acabaron los 54 años de historia del Valdivia, pero empieza una nueva etapa de cacheteos.

Coralia Mella, reveló que sólo 2 de las 47 piezas del parejero no se fueron a subasta porque serán utilizadas en un nuevo hotel que abrirá a fines del 2014. "Guardamos el Palacio Tailandés y una pieza Ecológica que tenía un trabajo maravilloso en el techo, con hojas y palmeras pintadas a mano".

Además, estas locaciones serán utilizadas en la película sobre el hotel.

Los cuatro artesanos y una pintora que los ayudó a armar el Valdivia se trasladarán con ellos en el proyecto que tentativamente estará en Av. Matta con la Autopista Central.

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