El síquico José Luis Cainzo voló a Puerto Montt el lunes, luego de enterarse del intrigante caso que afectaba a la casa de la familia Inzunza Urra, en Puerto Montt.
A las 23 horas llegué a la ciudad y fui a la casa, pero no pude entrar hasta las 4 de la madrugada porque dentro se quedó (la médium) Vanessa Daroch, y la familia le dio la exclusiva, a pesar de que me esperaba a mí porque lo habíamos coordinado", dijo.
Cuando entró a la vivienda, José Luis lo hizo sólo con las luces apagadas y así estuvo durante 40 minutos. "No tuve ninguna señal. Yo pensaba que si las cosas se estaban cayendo, era imposible que nada pasara", confesó.
Un hecho que dejó más cachudo al investigador es que a la tele de la casa, el objeto de mayor valor del lugar, nada le había pasado a pesar de que la mayoría de los muebles supuestamente volaba por los aires, y todos los vidrios fueron destruidos.
Frente a la combustión espontánea que afectó sobre todo a los colchones, el experto dijo que "descubrí que había acelerante de combustión en los muebles quemados".
"No sé si es un fraude, pero tengo dudas, no entiendo por qué no pusieron cámaras fijas en las habitaciones que habrían registrado los supuestos movimientos de las cosas desde el origen", dijo porque en los videos no sale cuando comienzan a desplazarse.
José Luis también destacó que cuando ocurren los fenómenos siempre están presentes, Diego, el nieto de la dueña de casa, y otros dos hombres, por eso no descarta que sea una broma de su parte, que se les fue de las manos o que hayan maquinado todo para sacar beneficios de la atención pública.