"Caso cerrado". Así de simple habló Arturo Vidal al periódico La Stampa de Italia, en referencia a la cuática que armaron los cinco mosqueteros en la concentración de la Roja. Añadió que ahora espera la sanción para volver, más temparano que tarde, a vestir la camiseta de Chilito.
Así también el volante de la Juventus de Turín no quiso agarrar papa con el chupeteo de Valdivia, quien se choreó con el video que grabó Vidal, en el que se coleteó con el Bichi Borghi y su cuerpo técnico, con los titanes de la ANFP y la barra pop, por haber dado la hora durante el "Bautizazo". En la ocasión, el moreno jugador le trabajó a la humildad y reconoció haberla defecado con llegar tarde a la concentración y pegando tufazos. Y subrayó que se someterá a la justicia pelotera, esperando lo que dictamine el Tribunal de Disciplina de la ANFP.
"Es un caso cerrado. Ya pedí disculpas y ahora decidirá la federación chilena", gambeteó el Celia Punk, que más allá de su falta, quedó filete con la hinchada nacional.
Por otro litro, Vidal destacó su buen rendimiento en el club turinés, donde reiteró que se siente como porcinito en el barro: "Siempre estuve tranquilo. Sabía que tenía que adaptarme al ritmo, entrenar y esperar mi oportunidad. Un entrenamiento o un partido no son diferentes para mí, siempre corro para ganar. Así también es en la vida", la vendió.
Añadió que "me gusta lo que hago con Pirlo y Marchisio. Tengo libertad para atacar y defender. Somos muy unidos".