El polémico Presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, conocido por declararle la guerra al narcotráfico en su país, permitiendo a policías y civiles matar a quienes estén involucrados con la venta de droga sin consecuencias jurídicas, será uno de los invitados a la Cumbre APEC, que se realizará en noviembre.
Cuando realizó la campaña política para la presidencia de Filipinas, el abogado Rodrigo Duterte (74) hizo la promesa de acabar con la delincuencia y el narcotráfico, cueste lo que cueste, sin importar los medios.
Luego de asumir su cargo el 30 de junio del 2016, uno de sus primeros actos fue dar la orden a la policía, y permitir a civiles, matar a cualquier persona que estuviera relacionada con la venta de drogas sin consecuencias jurídicas. Una polémica decisión que se presume ha causado más de 6.600 muertes hasta el día de hoy, según datos de la Policía Nacional Filipina, aunque otras cifras entregadas por la ONU apuntan a que estas podrían llegar a las 27.000, contando bajas inocentes.
"Hitler masacró a tres millones de judíos, ahora aquí (Filipinas) hay tres millones de drogadictos, y yo estaría feliz de matarlos", fue una de sus declaraciones más polémicas al respecto, características que le han valido el apodo de "El Castigador".
Pero no sólo esta guerra interna es la que tiene al mindanaense bajo la lupa del consejo de Derechos Humanos de la ONU, sino que también sus conductas y sus opiniones. El mandatario es conocido por realizar constantes comentarios sexistas y desafortunadas bromas sobre violaciones que generan controversia en la opinión pública.
"Dicen que en Davao hubo muchos casos de violación. Mientras haya muchas mujeres bonitas habrá muchos casos de violación", comentó en una oportunidad el Jefe de Estado, quien, contra todo pronóstico, firmó una ley contra el acoso sexual y cualquier tipo de declaración ofensiva contra la mujer, como los piropos.
Constantes amenazas a entes internacionales, invitaciones a matar obispos, además de reconocer haber matado, violado y haber sido homosexual, pero que ya se había curado de todo eso, son otras de las declaraciones que identifican a este hombre, que en noviembre visitará Chile, para participar de la Cumbre APEC.
La visita promete ser más que polémica, esto luego de que la Cancillería chilena se abstuviera de votar a favor de una investigación sobre las ejecuciones ilegales en Filipinas, ordenada por la ONU.
Tanto esta decisión del gobierno, como la llegada del mandatario asiático ya generan ruido en redes sociales.
Algunos no dudan en llamarlo "asesino" o "violador", y tildan de "inaceptable" el que se le permita el ingreso a suelo nacional, mientras que desde altas esferas del Ejecutivo ya expresaron su descontento, asegurando que no quieren la foto con él y que para ellos es mejor que no venga.
Pero lo cierto es que el Presidente, Sebastián Piñera, en su carácter de anfitrión de la Cumbre, deberá recibir a Rodrigo Duterte y Roa, estrechando su mano para darle la bienvenida al país.