Al temor global por la urgencia sanitaria se suma que Rusia y Arabia Saudita están agarrados del moño por la producción del crudo.
Las economías más grandes del mundo dieron señales preocupantes este lunes. La alarma mundial por el coronavirus está desatando un efecto en cadena que sigue desplomando las bolsas más importantes del orbe.
Los más de 110 mil infectados con COVID-19 en el mundo, la rápida propagación, el cierre de lugares turísticos, las zonas en cuarentena, la incertidumbre, el miedo y una ostensible baja en la industria del transporte, está golpeando fuerte al petróleo, que es uno de los factores relevantes en la caída de las bolsas mundiales.
La cruda
La industria petrolera fue una de las primeras afectadas por el brote del Nuevo Coronavirus, esto cuando el gigante mercado chino redujo dramáticamente su demanda de petróleo, hecho que generó que la producción quedara sobre stockeada. El hecho, que fue celebrado por el ciudadano común, pues bajaron los precios, obligó a los productores de Arabia Saudita a reunirse con Rusia, otro de los grandes productores, con el fin de regular la producción y en consecuencia los precios.
Sin embargo, los rusos no accedieron a reducir la producción, lo que dio inicio a una guerra de precios que está generando una estampida de inversores, ya conmocionados por el COVID-19, a buscar refugio en los bonos gubernamentales y el yen.
Según los analistas, una de las razones que justifican la negativa de Moscú, es el efecto que podrían originar los recortes de producción, en tanto que éstos podrían terminar obligándoles a ceder cuotas de mercado a sus competidores, especialmente a Estados Unidos.
La crisis le pega al cobre
Chile no podía salir libre de polvo y paja, ya que tras el desplome de los precios del petróleo, el cobre alcanzó en la Bolsa de Metales de Londres su punto más bajo en más de tres años.
Sin embargo, más tarde algo se recuperó el metal rojo, ya que empezó a subir la confianza de los inversores, tras anuncios de que China aprobaría grandes medidas de estímulo.
El peso chileno también se fue a piso
Otra que nos pega, producto del pánico generalizado en los mercados por el efecto del coronavirus, la crisis petrolera y la devaluación del cobre, es el que sacudió al peso chileno, que también se desplomó este lunes "en la apertura frente al dólar, cotizándose en 842 pesos por unidad y superando el registro de 828 unidades anotado el 28 de noviembre del año pasado, en medio de las protestas sociales", informó la agencia de noticias AFP.
Temas Relacionados
