Según los polis, Vallejos llegó el 16 de diciembre hasta el restorán de comida asiática y peruana 'To Pao', en la esquina de Avenida Vicuña Mackenna con Trinidad, en la comuna de La Florida, donde le disparó a quemarropa en el pecho a Luo, cuando cerraba su local. Murió de manera instantánea.
"Que se haga justicia, que lo encuentren y que la ley aplique lo que tenga que aplicar, pero que se haga la justicia", pedía Chen Rong Luo, hijo de Baolín al momento del crimen, en el que desaparecieron 800 lucas de la caja.
La Policía de Investigaciones tomó el caso desde el primer minuto, consiguiendo dar con el paradero de Vallejos Guerra tras declaraciones de testigos y una revisión de las cámaras de seguridad.
DE VACACIONES
Fue así que los sabuesos lograron dar con el paradero del sospechoso, quien había salido hace poco de la cana tras cumplir una condena de 7 años por robo con intimidación.
Los polis se dejaron caer en el sector Los Hualles de Linares, donde Vallejos pasaba junto a familiares y amigos los calurosos días de verano.
"Podemos asegurar que esta persona es sumamente peligrosa y violenta, por lo que representa un peligro para la seguridad de la sociedad ya que habitualmente porta armas de fuego", indicó Eugenio Mena, fiscal de flagrancia.
El hampón enfrentó a la justicia acusado de robo con homicidio y porte ilegal de arma de fuego. Quedó en prisión preventiva durante los 4 meses que dure la investigación que lleva el 14° Juzgado de Garantía de Santiago.
En tanto, la familia del comerciante asesinado comentó que le tenía poca fe al sistema judicial. "Describir la sensación es súper difícil, porque entre paz, alivio, dolor, ira y tristeza se vienen todas las cosas encima. Pero sé que es una etapa más de lo que se viene. No confío en la justicia chilena", dijo un familiar de Baolín.
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