La Brigada de Homicidios de Talca se anotó un golazo al echarle el guante a un perico que mató a otro porque no le gustó que el árbitro le cobrara al equipo de sus amores un penal en medio de la final del campeonato de fútbol de barrio en la comuna de Río Claro, Región del Maule.
La pichanga entre la oncena local de Las Obras, contra los chorongos de Porvenir, se jugaba la tarde del 1 de mayo en el Estadio La Unión de Campero, a tablero vuelto.
Cuando faltaban pocazos minutos para el the end del pleito, el referi cobró un polémico penal en favor de los locales.
Según el jefe de la Brigada de Homicidios de Talca, comisario Mauricio González "al momento de convertirse el gol, la hinchada (de Porvenir) se le vino encima a los árbitros, quienes huyeron de la cancha y dieron por terminado el encuentro".
El sabueso agregó que en medio de la trifulca, Rabel Muñoz Farías (59), conocido como "el Baucha" o "el Trueno", le puso unos cortes a Juan Lincoñir Ascencio (60), ayudante técnico de Las Obras, quien falleció en la Policlínica de Cumpeo. Muñoz reconoció el hecho y dijo que había actuado bajo efectos del copete.