A un año del accidente en la mina, Luis Urzúa, Omar Reygadas, Raúl Bustos y Mario Sepúlveda lucen mucho más repuestos física y mentalmente de lo que se vio durante su rescate. De hecho, a "Súper Mario" le falta el puro mameluco rojo para ser igualito a su tocayo gásfiter de Nintendo.
Y aunque están felices por conmemorar un aniversario de la tragedia en compañía de sus seres queridos, igual se mostraron sentidos porque, según contaron, no les dieron permiso para hacer una ceremonia en la mina San José.
"Tenemos una misa ecuménica en Copiapó el día 5. En la mina no habrá ningún acto, porque es un lugar privado y los dueños no la prestaron para hacer este tipo de cosas. Están en su derecho, pero le están quitando esa oportunidad a 17 millones de chilenos para celebrar una misa como corresponde", dijo Urzúa.
Mario Sepúlveda se fue con toda la artillería contra los dueños de la "San José" y los calificó de "delincuentes autorizados".
"Por culpa de ellos nosotros llevamos un año afuera, pero es un año con bastantes problemas (...) tuvimos pérdida de dentadura, problemas de salud tremendos (...) gente como ellos no debería estar en la tierra. Son personas que no tienen alma no tienen corazón", pataleó.
Sepúlveda dijo, además, que recurrirá a todas las instancias para que los propietarios de la mina no se las lleven peladas y enfrenten su responsabilidad frente a la Justicia.
"Si Chile dio ejemplo de desarrollo con este tremendo rescate, es hora de que también dé el ejemplo en lo que se refiere a justicia laboral", remachó.