Celestino Córdova Tránsito, de 30 años, está preso en la cárcel de Temuco por participar en la generación del incendio que le costó la vida a Vivianne Mackay y a su esposo Werner Luchsinger, en enero del 2013.
El también machi, condenado el 2014 a 18 años tras las rejas, ha insistido en su inocencia, a pesar que recibió un balazo del agricultor que se defendía del asedio a su propiedad de un grupo de alrededor de 20 personas en el marco del conflicto mapuche.
Desde entonces, el líder religioso ha realizado varias huelgas de hambre que, según sus cercanos, con ingesta de líquido algunas, se habrían prolongado por más de cien días. La última la realizó durante cinco días y fue de carácter seca, por lo que fue internado en el Hospital Intercultural de Nueva Imperial. Fue así que el Gobierno debió informar que sería mantenido con vida aunque fuera contra su voluntad.
La intención de Celestino era obtener permiso para visitar su rewe durante 48 horas por razones espirituales propias de su investidura, pero en un principio Gendarmería no lo dejó.
El rewe es un altar sagrado para los mapuche construido con la madera del roble más antiguo y le permite al machi conectarse con los espíritus, sus antepasados, con la naturaleza y renovar energía.
Permiso
La presión del reo al final dio resultado porque el viernes Gendarmería autorizó el traslado del machi a su rewe, luego que el consejo técnico del organismo penitenciario diera luz verde a la petición de la autoridad mapuche.
El Ministro de Justicia, Hernán Larraín, explicó que "en esta oportunidad el consejo técnico ha resuelto autorizar esta solicitud fijando las condiciones en la que ésta se podría llevar adelante".
Larraín agregó que "estas condiciones atienden a la seguridad del caso y la privacidad que corresponde a una salida de esta naturaleza. Se le está informando a Celestino Córdova de esta situación y esperamos su decisión".
Seguridad
Durante la madrugada de ayer Celestino dejó el hospital de Nueva Imperial en ambulancia con dirección a su hogar en el sector de Tres Cerros, comuna de Padre las Casas.
En medio de un operativo hermético, resguardado por más de 200 carabineros y gendarmes, se desarrolló la ceremonia de renovación espiritual del machi.
Junto a los equipos de seguridad, en la comitiva participaron dos miembros del Instituto Nacional de Derechos Humanos y una representante del alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU.
A pesar de que la intención del mapuche era contar con una gran cantidad de invitados, Gendarmería sólo autorizo la participación de 24 personas entre familiares y personas destacadas de la comunidad mapuche local.