"El INE nos miente, son unos delincuentes" o "(Francisco, director del INE) Labbé, el contrato no lo ve", se escuchó fuerte este viernes en las entrada principal de la sede central del Instituto Nacional de Estadísticas.
Era un grupo de censistas de más de un centenar de personas quienes, bolso azul, saco del mismo color y lapiceros en ristre, reclamaron indignados ante el caporal del servicio público por lo que, según ellos, forma parte de una serie de "irregularidades" en su trabajo, que los tiene en paro por tercer día consecutivo, en el caso de los preguntones de Conchalí, y preparando su visita a la Dirección del Trabajo, en el caso de los censistas de Estación Central, Renca, Huechuraba e Independencia.
"Lo que buscamos es que se nos respeten las condiciones iniciales del contrato, o sea, que se nos paguen los 375 mil pesos de abril", apuntó Sebastián Vera, joven censista de Conchalí, quien expuso además una serie de irregularidades "que deben ser resueltas por el INE".
"Acá no solo estamos reclamando por el dinero acordado, sino que también por una serie de situaciones irregulares, como el que todavía no hayamos firmado contrato después de haber trabajado por dos semanas, que ellos cambien las condiciones acordadas, que no se hagan responsables de los seguros, que no se preocupen de darnos seguridad cuando censamos en sectores conflictivos y que, encima, quieran desvincularnos sin haber firmado nada".
Pese a los gritos y pullas, la manifestación de los chiquillos no tuvo la respuesta esperada por ellos, principalmente, porque la autoridad pública les hizo la desconocida. Así lo explicó a la salida de la reunión, Víctor Marín, vocero del grupo de censistas indignados. "vino una persona a decir que esto fue un error de tipeo, nos dijo que confundió el 1 con el 7. Nos dicen 'chiquillos pucha, discúlpenos, fue un error'". Y para ponerle la guinda a la torta, Marín se desahogó con un sentido "nos trataron de grupo minoritario, algo totalmente absurdo porque este conflicto no solo nos involucra a nosotros, sino que otros grupos en todo el país".
Y así nomás ha sido, puesto que en Valparaíso, Osorno, Rancagua y Rahue, los reclamos han abundado. "Nos habían ofrecido cerca de 60 mil pesos por una capacitación y resulta que ahora recibimos $15 mil. eso no corresponde a lo pactado", se despachó indignada Cecilia Pérez, una de las censistas que a principios de semana se entrevistó con el Gobernador Provincial de Osorno, Rodrigo Kauak, para pedir soluciones.
En el INE, en tanto, insisten que los reclamos de los censistas no tienen fundamento, principalmente porque ellos oficializaron que todo surgió por un "error de tipeo" en un documento que fue distribuido sin autorización por un Encargado Técnico Comunal quien -como entonan los Chancho en Piedra en uno de sus temas- "sin concurso, ni sorteo", recibió una PLR desde la institución.
Así lo aclaró el propio Labbé. "Esta es la operación más grande hecha en Chile nunca; dos veces y media más grande que cualquier otra operación de contrato que se haya hecho en el país. Y entre las 600 personas, encargados, técnicos comunales y encargados de local, uno de ellos cometió un error de emitir una declaración escrita con el logo del INE, donde trató de simplificar toda la normativa relacionada con la operación. Esa información contenía un error, decía que se le iba a pagar a los censistas un bono de $75 mil por la semana de capacitación, lo cual no era así, sino que de 15 mil pesos y desgracidamente ese error, como venía con el logo de la institución, motivó todo el problema. Alguien encontró ese papel y lo hizo llegar a la gente de Conchalí, alguien encontró que era una oportunidad de pedir mas remuneración, pero nunca esto fue así", piteó.