¡Corta! De un cuantuay tiene este Chilito de hoy y queda más que claro con el censo abreviado 2017, que aunque no mostrará ninguna cifra hasta en mucho tiempo más, la riqueza cultural local, la de nuestros inmigrantes, la diversidad sexual y cada cosa que nos hace diferentes y a la vez nos hace uno... quedó en evidencia en este proceso.
No es secreto que hace varios años nuestro país tiene buena fama entre nuestros vecinos y que para muchos representa una oportunidad. Los primeros en llegar fueron los más cercanos, como peruanos, bolivianos, argentinos, luego los colombianos y así suma y sigue.
Los últimos en llegar en masa fueron nuestros hermanos haitianos que, a pesar de que no pasan de 41 mil, se han empoderado y forman sus redes en éste, su nuevo hogar.
En La Pintana, La Cuarta se encontró con un panorama que a todas luces no existía en el censo del 2002. Se trata de un grupo de haitianos ultra organizados y con un sistema ajustado para que el trámite del conteo de habitantes resultara mucho menos ataoso. Se preparó a un equipo de traductores y de chilenos que dominaban el francés y el creolé para que las preguntas y las respuestas fluyeran rápido.
La haitiana Jennifer Leme lleva apenas un mes en Chilito y se ofreció como intérprete para ayudar a censar a sus compatriotas porque le pega un montón al español. "Viví en República Dominicana, donde me sentí rechazada y lo único bueno que logré fue aprender el idioma que al final me sirvió para llegar a este país y estoy feliz de ayudar a mis hermanos", contó.
TALLER DE IDIOMA
Una de las censistas chilenas que trabajó con traductor fue Fabiola Valenzuela. Eso sí, para ella los haitianos no son unos desconocidos, pues el resto del año todos los domingos entre las 17 y las 20 horas realiza un taller de idioma junto a Flor Romero, en la sede vecinal Raúl del Canto. "Allí les enseñamos español, analizamos sus contratos y los ayudamos con sus papeles para que vivan bien entre nosotros", contó orgullosa la mujer.
Vladimir Estime Joseph lleva nueve meses en Chile y es uno de los alumnos del taller. "Me gusta Chile, su fútbol, sus mujeres y quiero establecerme acá. No me gustan los bajos sueldos y los arriendos caros", soltó.
Desde Colombia con amor
No fue la promesa de un bienestar económico lo que trajo a Paula Ramírez a nuestro país (izq.), sino el amor del chileno Mario Lizama, con quien hoy tienen un hijo. Posteriormente, llego el resto de la familia de ella para comenzar una nueva vida.
Su primera vez
Cuando Isabel Pérez escuchó sobre el Censo, tuvo que buscar en Google su significado. "También le pregunté a mis amigos chilenos", contó la española, que llegó hace 5 años a Chile desde Santander. Sobre su experiencia como supervisora, contó que "siento que la sociedad chilena contribuye harto. Son muy amables".
Su segundo censo
Berta Chacón, nació en Lima, Perú. Hace diez años que vive en Chile y recordó que "estaba para el otro Censo. Este ha sido más abreviado, como dicen ustedes. Creo que eran las preguntas que le faltaban a la otra, cositas básicas".
Berta, que fue censada a las 9.30, aseguró que "en Perú se hacen siempre los domingos. Me parece que fue un error que fuera cerca de Semana Santa, porque mucha gente salió".
Antofa
El presi de la Colectividad de Colombianos Residentes en Antofagasta, Benjamín Cruz, quedó contento con el proceso. "En general la gente fue respetuosa con la institucionalidad y quiero decir que un inmigrante censado se siente tomando en cuenta e incluido y eso genera una percepción positiva".
Una experiencia "fina"
Iván Pérez llegó hace 8 meses desde Venezuela buscando un mejor rumbo. Sobre el muestreo relató que "me parece una experiencia agradable, como le decimos en Venezuela, 'está fina', que es cuando las cosas salen bien". Agregó que "en mi país se dejó de hacer y esto me recordó esa época, mi infancia".
Con todo gusto
Graciela Falcón, abogada que se vino de Medellín, Colombia, hace 10 años, contó su experiencia de este muestreo. Incluso, reveló que su esposo fue censista. "Salió temprano, feliz. Me gustó harto. Creo que servirá para saber cuántos extranjeros hay en el país. Ahora al fin se sabrá bien".
"Voy con él poh"
Lucman Joseph, de Haití, llegó temprano al cole Unión Latinoamericana, en Estación Central. "Ya me sé un par de palabritas. La idea era poder ser útil para mis compatriotas", afirmó.
Con un año en el país, algo cacha del idioma. Sobre su experiencia señaló que "está bueno, poh. Me dieron hasta desayuno".
Una chilena más
Cuando Lilian González, de Ciudad del Este, Paraguay, habla sobre el Censo no puede evitar hacerlo con un lote de chilenismos. "Llevo 7 años acá, poh. En mi país se hace igual que acá, puerta a puerta. Igual creo que se haga esto nos sirve, porque nos da visibilidad".