La ingesta de chela en toneladas causa estragos. Transforma a los chicha fresca en tipejos malos pa’l catre, panzones y sin pelo, como Homero Simpson. Pero la cerveza, chupada con moderación, puede despertar una increíble imaginación. Y si no nos cree, pregúntenle a Claudito Matamala.
Gracias a su amor por el brebaje de cebada, el artesano de 39 años, oriundo de Olmué, creó hace 6 años un próspero negocio en la isla Robinson Crusoe: la cerveza "Archipiélago", que apaga la sed de la mayoría de los isleños que cabalgan a torso desnudo por los caminitos de tierra.
"Esta empresa nació como un proyecto para el autoconsumo. Compré una máquina por internet para fabricar cervezas y, tras probar mucho, pero mucho, la empecé a vender a los isleños y turistas", cuenta Claudito, quien llegó de turista al místico lugar en 1996 y se quedó a vivir.
Con los años la empresa de Matamala comenzó a crecer. Partió fabricando 200 botellitas al mes y, gracias al aporte del Servicio de Cooperación Técnica, (Sercotec), ahora su producción se empina por las 2.500 unidades. “Me gustaría llegar a 20 mil, pero quiero seguir trabajando en mi casa. Eso es impagable”, precisa.
"No sólo los isleños disfrutan de ella. Ahora muchas personas del continente me la piden. La gracia y magia de este producto es que es preparado con agua de vertientes de Juan Fernández. Por eso es tan pura", explica Matamala, padre de 2 hijos criados en el poblado Juan Bautista.
Fin del mundo
El espíritu emprendedor de Matamala no se apaga. Cuando nos acercábamos al fin del mundo pronosticado por los mayas, el 21 de diciembre de 2012, al hombrón se le prendió la ampolleta y creó "Isla Apocalíptica", una chela especial para los rudos pescadores de Juan Fernández, pues tiene 9 grados de alcohol. ¡Glup!
"En Robinson Crusoe hay dos formaciones rocosas que, afirman algunos estudiosos del tema, son estatuas que conectan con las profecías mayas de 2012", dice el chelero.
“Crean o no en estas coincidencias, en la isla compran harto esta chela porque se puede compartir entre varios. Y aquí todos compartimos”, remacha.