César Orellana: "Quiero ir a ver a mi hermano a Sudáfrica"

Colombia-Chile. Minuto 78. El Mago recibe la pelota y la toca en diagonal a la izquierda, justo para que Fabián Orellana le gane la espalda a un tronqueli cafetero y selle la clasificación de Chile al Mundial. El "13" de la Roja otra vez hacía un gol histórico.

En una pieza del primer piso del módulo 4, en el penal Santiago 1, quedaba la grande. César Orellana pasó toda la tarde picando una guía telefónica para celebrar la pepa que había vaticinado 10 días antes, cuando fue detenido por microtráfico. Toda la habitación gritó junto a él.

"Quedé loco. Siempre supe que el gol era dedicado para mí, porque movió los dedos hacia adelante. Se notaba que estaba enojado por todo lo que pasé. Lo gritó con el alma", recuerda su hermano a La Cuarta, aún internado en el cárcel.

"Apenas vi que pasó la mitad de la cancha supe que iba a terminar en gol. Me emocioné mucho con su gesto", agregó.

El reencuentro de los brothers ocurrió la semana pasada, horas antes del partido entre Chile y Ecuador. "Ese día le pidió permiso a Bielsa para verme. Se sentía culpable, porque no me pudo ayudar como él hubiese querido. Vino a darme su apoyo, nos abrazamos un buen rato, pero no me reprochó nada. Sabía que todo lo hago por mi familia", recordó el hermano mayor del "Histórico".

César tiene claro que el pastelazo pudo mosquear a su regalón antes del partido. "Nunca quise hacerle daño. En ese momento me sentí una mierda, porque iba a enlodar toda su carrera. Pero tengo claro que si no hubiese sido familiar de Fabián Orellana, hubiera pasado como uno más".

PITONISO

El 2 de octubre pasado, César  cayó en desgracia al ser sorprendido presuntamente vendiendo papelillos. Rumbo al Tribunal de Puente Alto, pidió al cielo que su brother hiciera un gol el sábado, ante Colombia.

"Era mi petición porque sabía que lo lograría. Estaba clarito, pues las pelea todas. Adentro me molestan porque con el don que tengo, mejor traía una bola de cristal y me pongo con un puesto de tarot", lesea.

- La mansa premonición, eh...

- Es que desde chico que lo he visto jugar. Lo llevaba a la cancha desde los 10 años y hacíamos comida en el Berna pa' juntar la plata de los entrenamientos. Estoy seguro que puede entregar su talento en cualquier cancha. Nuestra familia siempre lo apoyó, pero todo el logro es de él.

PÁGINA

La próxima semana Orellana cumplirá un mes en cana. Aunque le ha tocado duro, igual saca cosas en limpio. "Acá conocí verdaderos amigos. Afuera muchos te buscan, porque saben que les vas a parar una cerveza. Una experiencia así te hace valorar lo que tienes", explica.

Lo que más le duele del encierro es no poder ver a sus hijitas de 2 y 4 años. Es algo que le llega al alma, pero igual decidió que no lo visitaran en la cárcel para evitar algún trauma.

Cuando la mala racha termine, su hermano le ayudará a pagar un Chevrolet Optra para trabajarlo de taxi. Además, su pareja quiere terminar de estudiar.

"El que le gusta lo dulce tiene que probar lo amargo. Apenas termine esto voy a trabajar tranquilo y dar vuelta la página. Me di cuenta que esto no es para mí. Ya me decidí y apenas pueda me voy a casar", avisó.

- ¿Qué harás cuando salgas?

- Voy a cumplir un sueño que tengo todas las noches: Me voy a ir a la playa y haré un asado con toda la familia. Estoy agradecido con el trato de Gendarmería, pero puchas que extraño mi casa.

- ¿Y no hay un viaje a España por ahí?

- Fabián me ofreció llevarme p'allá. Es una posibilidad, aunque prefiero ir a verlo al Mundial. Me conformo con ver los tres primeros partidos, pero así como va Chile, estaremos entre los semifinalistas. Es otro presentimiento que tengo.

SE LAS DA DE BIELSA: FABI, SÁNCHEZ Y EL CHUPETE ARRIBA

César cuenta que durante su reclusión ha bajado varios kilos, pero no por la mala mano del chef, sino porque la rutina canera lo tiene cortito con los malos hábitos alimenticios. En un día normal, se levanta antes de las ocho de la mañana y toma desayuno. Al mediodía recibe la ración de manye y a las 5 de la tarde, antes del encierro, engaña la tripa con una oncecita.

"En la pieza tenemos tele y algunas cosas para comer. Después de ver Yingo y las noticias, esperamos la película y nos quedamos dormidos", relata. Durante la tarde su rutina principal es la cancha de baby fútbol. En cada partido demuestra que el don de la pelota lo heredó su puro hermano.

"Juego de defensa, pero más me gusta el arco. Para jugar acá tenís que ser duro, igual que en las canchas de barrio. Como pretendo salir caminando, mejor miro de la valla nomás", cuenta con sabiduría.

- ¿De dónde sacó el talento?

- Mi papá es bueno y mis tíos son conocidos en la pobla "El Pinar" por ser unos crá. Mi hermano fue el único que se tomó en serio el juego. No para de ver fútbol en todo el día, ni siquiera en sus ratos libres. Hasta se aprende los jugadores de las ligas. Para peor, cada vez que puede, se pone a jugar el fútbol en el Play Station.

- Tu brother es reserva en la Roja. ¿Cómo podría agarrar titularidad?

- Él se merece ser titular. Cada vez que ha jugado por la Selección ha respondido bien. Si Fabián juega por la izquierda, Sánchez por la derecha y el Chupete al medio, sería la delantera ideal. Se conocen mucho la forma de jugar. La romperían al toque.

"CAR'E DIABLO" SE METIÓ AL EVANGELIO

Cerca de su módulo se encuentra José Luis Sáez Gallardo (29), conocido como el "Car'e diablo", a quien le cuelgan una brutal violación y asalto de una menor en La Reina, además de investigarle varias yayitas más.

"Acá nadie lo pesca mucho. Yo tengo dos hijas y me pongo en el lugar de los padres, por eso lo repudio. A lo mejor una de las acusaciones es falsa, pero a este cabro le achacan seis violaciones. No pueden ser todas mentira", señala César.

- ¿Qué hace en el patio?

- El cabro pasa todo el día fondeado, llorando y rezando.

- ¡No me diga que se volvió evangélico!

- Es que él estuvo en la cana y sabe que aquí los "hermanos" son intocables. Se junta con ellos y nadie se le puede acercar. Se nota que la está pasando mal.

Caudio Sanz S.

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