En su intento por echar a pique el debate parlamentario de la nueva Ley General de Educación (LGE), pingüinos y mateos volvieron ayer a la carga y se tomaron 10 colegios y dos universidades.
Establecimientos como el Liceo José Victorino Lastarria, de Provi, que fue ocupado la semana pasada y desalojado al instante, amaneció tomado nuevamente, mientras que la Universidad de Santiago, que se mantuvo piolita, fue usurpada completamente por parte de su alumnado.
La Casa de Bello perdió ayer el control de la emblemática Torre 15, donde se ubican las oficinas de administración financiera, luego que un grupete de estudiantes bloqueara sus accesos. "Aquí funcionan todos los poderes de la U. Es su centro neurálgico y con esta toma pretendemos abortar toda la gestión de la institución", señaló Nicolás Grau, dirigente de la Fech.
Matías Ponce, vocero de los secundarios del Lastarria, agregó que "nosotros creemos que esta ley no se discutió con los actores de la educación, como son los alumnos, profesores y apoderados".
Durante la tarde, Carabineros desalojó el Insuco, ubicado en Avenida España con Gorbea, deteniendo a 160 estudiantes que se rehusaron a salir por las buenas del establecimiento.