Hasta "Chayanne" dice adiós a la picada chaya

Las décadas de los '80 y '90 nos dejaron varios recuerdos. El casette, los últimos teles de tubos, los teléfonos públicos, reinas de belleza y un largo etcétera están el baúl de los recuerdos. Y a este recuento hay que sumar un artículo que hace rato se extraña en los mambos y cumpleaños: la chaya.

La simplicidad y pequeñez del papel picado hace rato que se ha ido perdiendo, y tal como reconocen en la tienda Carnaval, caperuzos en artículos de cumpleaños, fiestas y despedidas, la gente ya no se acuerda del imperdible en los brillos pasados.

"La gente dejó de comprar chaya por varias razones: por lo molesto que significaba limpiar al otro día, ya que se metía por todas partes; porque cae en la comida y en el trago, y además porque mancha la ropa con la tinta de colores que tiene", contó Benjamín Pérez, dueño de la fiestera tienda Carnaval.

"Hace 7 años que la sacamos de nuestras vitrinas. Son pocos los que preguntan por ella. Eso sí, los otros artículos, como globos y serpentinas, se siguen vendiendo", agregó el Benja.

BIENVENIDO COTILLÓN

Tal vez se trate de un descanso y pronto volverá en gloria y majestad, pero igual hicimos la prueba y prácticamente no pillamos confeti en los negocios; la mayoría lo sacó por las mismas razones: molesta pa' los invitados y los dueños de casa.

"Se ha perdido el papel picado. Recuerdo que en los '80 era bien común tirarla en el estadio cuando íbamos a ver fútbol. Por mi revoltoso pelo, pasaban hasta tres días y seguía sacándome papel de la cabeza. A veces venía acompañado de brillo labial de alguna amiga y me ganaba un reto", largó Adriano Castillo, Compadre Moncho pa' los amigos.

A pesar de lo difícil que cuesta pillar una bolsita de papel picado, hay varias ciudades y pueblos a lo largo de Chilito que siguen celebrando las populares Fiestas de la Chaya, como ocurre en Arica, San Felipe o Los Andes.

"Eso de que la gente le molesta la chaya porque se mete en todas las partes de la casa me huele más a flojera. A mí me gusta celebrar con un buen puñado y a mi hija siempre le celebraba los cumpleaños con esta. No quiero que se pierda", meditó Matías Fuentealba, doble de Chayanne desde su página www.doblesfamosos.cl.

Para los nostálgicos que no quieren dar por muerta la chayita, tienen tres opciones: gastar suela buscando entre anticuarios una buena bolsa, agarrar su diario regalón y hacerlo picadillo o abrir la perforadora de la oficina y matar el tiempo lanzándole el papelito a sus amigos.

DECOMISO EN SAN FELIPE

Dos chiquillos pensaron que la hacían de oro vendiendo a la mala bolsitas de papel picado en San Felipe, una de las pocas ciudades donde aún se celebra la Fiesta de Chaya, en febrero.

Los polis de la Prefectura Aconcagua los cacharon al vuelo y no les pareció que se ganaran los porotos sin tener permiso, por lo que se los llevaron detenidos con todo y papel picado.

Los cabros quedaron libretas, pero las bolsas con papelitos pasaron a mejor vida.

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