Cuando las oportunidades escasean, varios son los que optan por darle un giro a sus vidas. Incluso, los más drásticos deciden probar suerte en otros países para triunfar, como fue el caso de Andrés Rivera.
De hecho, este chileno de 31 años nacido en Puerto Montt, amante de la buena mesa desde que tiene uso de razón, se la jugó en el concurso italiano "San Pellegrino Young Chef", que busca jóvenes con visión y talento de la gastronomía mundial. Ahí le fue tan bien que quedó entre los 10 mejores de Sudamérica.
Pero mucho antes de eso tomó una decisión que cambiaría su vida: tomó una maleta y se fue con lo puesto en un vuelo de 3.084 kilómetros hasta Brasil.
Luego de varios sin sabores, rompió las barreras idiomáticas, encontró el amor y hoy es el encargado de un restaurante revolucionario en la periferia de Río de Janeiro, convirtiéndose en uno de los chef más aplaudidos en el país del samba.
Si bien de eso ya han pasado seis años, Andrés sigue brillando en el mundo gastronómico, demostrando al otro lado del mundo por qué fue elegido uno de los mejores de Sudamérica.
- ¿Cómo surgió tu deseo por cocinar?
Siempre vi programas de cocina donde abrían vinos y era una elegancia total. Sentía envidia y muchos deseos de vivir algo así, de cocinar, de sorprenderme a mí mismo y a quienes degustaran mis preparaciones, rodeado de un ambiente sofisticado. Además de tener un trabajo que me permitiera viajar y conocer otras culturas.
- Cuéntanos un poco del concurso italiano, ¿De qué se trataba?
El concurso de San Pellegrino Young Chef busca a jóvenes talentos en la gastronomía mundial. En Sudamérica fueron escogidos 10, de los cuales había chefs de Chile, Perú, Brasil, Bolivia y Venezuela.
- ¿Cómo postulaste?
La primera postulación fue por internet, donde envié la foto de mi plato y mis ideales en la gastronomía mundial. La semifinal fue en Lima, que fue en septiembre de 2017.
- ¿Por qué tomaste la decisión de participar en el concurso?
Me inscribí para probarme que podía ser alguien talentoso, que deslumbrara a las personas con mis creaciones. Me gusta sorprender y triunfar a nivel sudamericano y, espero prontamente, a nivel mundial.
- Estuviste dentro de los 10 mejores, ¿cómo fue esa experiencia?
Una de las mejores vivencias que me ha tocado enfrentar en mi vida, donde me integré a un grupo extremadamente capacitado, talentoso, aprendí mucho y crecí aún más en el área de la gastronomía.
- ¿Cuál es tu plato estrella?
Es el filete negro (carne pintada con tinta de calamar), y el nombre de mi plato es "terra nossa", que refleja mi amor por la comida Sudamericana.
- ¿Por qué te fuiste a Brasil?
Porque hay una gran diversidad de productos y culturas que me han ayudado a crecer en lo profesional de una forma que nunca pensé.
- ¿En qué condiciones te fuiste?
La verdad llegué con lo justo, sólo para aguantar dos meses. Por suerte me quedé un mes en casa de un primo que vivía en Sao Paulo.
- ¿A qué te dedicas hoy en este país?
Soy el chef del restaurante Reserva Gastronómica, donde tenemos un menú internacional y muchas preparaciones típicas de Brasil.
- ¿Por qué elegiste un lugar en la periferia de Brasil para desarrollarte profesionalmente?
Trabajaba para una empresa de Gastronomía Argentina que me trasladó para la ciudad de Nova Iguaçu, donde conocí el restaurante que aún no se inauguraba.
- ¿Qué es lo que más extrañas de Chile?
Los completos y el milcao… ¡Mi Dios, eso sí que es comida de los dioses!
- ¿Cuál es tu sueño?
Crear una culinaria que llame la atención mundialmente en la X Región de Chile, y que participe en la escena mundial de gastronomía. Espero conseguir a alguien que abrace mis ideas y quiera embarcarse en este proyecto.
- ¿Cuáles son tus planes a futuro?
Uno de ellos es volver a Chile y buscar un equipo de cocina, salón e inversionistas que quieran crear un restaurante con conceptos renovados y frescos en la gastronomía, que puedan tener precios asequibles para que todos puedan conocer este futuro proyecto.