Ayer, durante la inscripción de los candidatos a alcalde y concejales de la UDI y RN, la diminuta figura del director de orquesta Horacio Saavedra pasó prácticamente inadvertida. Y no necesariamente por su estatura.
Previo a la llegada de los capos de la Alianza por Chile, fueron otros los que acapararon la atención de la prensa: Carlita Ochoa, Cathy Barriga, el hijo de Joaquín Lavín, Andrea Molina y Patricio Laguna, entre otros “rostros” revolucionaron a los militantes presentes frente al Servel, en calle Esmeralda.
Solo algunos pescaron al locutor cuando anunció la presencia del candidato a concejal por Ñuñoa Horacio Saavedra. Los pocos aplausos se perdieron en medio de los gritos de decenas de mujeres que luchaban por sacarse una foto con el metrosexual Pato Laguna.
Acto seguido, el "Chico" Saavedra se perdió literalmente entre las personas presentes en el lugar. "Hace tiempo que me estaban invitando a participar y creo que llegó el momento de retribuir el cariño que me tiene la gente", aseguró al diario pop el hombre de la batuta.
Le costó decidirse y si bien le pidieron ser candidato a concejal por varias comunas, optó por Ñuñoa porque fue allí donde llegó a depositar su pequeña humanidad en los 60, cuando emigró de Temuco. Allí también estudió música.
Como Independiente apoyado por la UDI, Saavedra -el “Maestro” como le dicen unos o el “Chico” como le dicen otros-, sabe que la pega que viene es dura y como buen mateo lo primero que hará será actualizar sus conocimientos sobre la comuna. “Quiero interiorizarme, conocer las necesidades de la gente, revisar las actas del consejo para saber cómo es el trabajo y contribuir para que la gente tenga una mejor calidad de vida”, afirmó el por años, pequeño gigante del Festival de Viña.
Y remató con una frase para el bronce: “Para mí esto es un nuevo desafío en la vida, y si no creyera que soy un aporte, no me presentaría”. ¡Tan tan!