José Elías Velásquez (44) se transformó en leyenda sobre ruedas en Chiguayante gracias al talento que se aloja en su garganta y que tiene con pañales hasta al mismísimo Kramer.
El chofer de micros de “Expreso Chiguayante” en la noche se revela como un eximio imitador de la incomparable Cecilia, Germaín de la Fuente (Los Ángeles Negros), Los Galos, Sandro, Los Vásquez, Américo, Leo Rey y otros 20 artistas.
Aunque es vox populi que los micreros son súper buenos pa’ la talla, Pepe no tiene ningún drama al respecto, porque ninguno de sus colegas lo agarra pa’l fideo. Es más, algunos ni siquiera saben de su doble vida.
“Mis amigos y familia me apoyan en esto y las bromas que me hacen son siempre en buena onda”, soltó el “Cecilio”.
KARAOKE
“El Chiguayantino” (su nombre artístico) no tenía idea de que podía dedicarse al canto, aunque siempre le gustó andar tarareando melodías románticas, pero sólo se atrevía a sacar la voz escondido bajo la ducha.
Hace siete años, y algo emparafinado con unos compinches en un karaoke, se atrevió a pararse en un escenario y mostrar su talento. Ahí cachó que se estaba perdiendo, porque lo suyo son las imitaciones.
"No querían que me bajara del escenario. Todos me pedían un temita, así que esa noche todos los de la mesa tomamos gratis. Ahí me picó el bichito por cantar en público", parló al diario pop.
En la actualidad, este auténtico showman pitutea en cuanto casorio, bautizo, cumpleaños y evento social lo llamen.
Además de su pulento show que recorre todos los estilos musicales populares, también hasta de animador se las manda e imita a Antonio Vodanovic y el Pollo Fuentes.
A LUCA Y A MIL
Como no tiene las monedas para ir a un estudio de grabación, artesanalmente en su casa logra digitalizar sus canciones. Como no tiene un pelo de leso, vende su arte en la misma micro que maneja.
“Pongo mis canciones y a veces la gente me pide que la suba, así que les digo que sólo si compran el CD. Ahí les digo que yo soy el que canta y se llevan el disco altiro”, dijo el vivaldi.
También en las micros de sus amigos pone letreros con su celular de contacto para que lo llamen a realizar todo tipo de eventos.
Con unos tremendos parlantes ensaya en sus días libres con la música a todo chancho, pero sus vecinos disfrutan tanto, que hasta se ponen afuera de su casa con silla y todo a presenciar el show.
“Acá la gente me quiere, pero necesito alguien que guíe mi carrera artística. Yo sé que estoy viejo, pero nunca es tarde para las oportunidades. Espero estar pronto en un gran escenario”, relató emocionado.