Familia ruega por ayuda para continuar con el tratamiento y fijar su retorno al país.
Una verdadera tragedia es la que vive María Inés Contreras Figueroa, una mujer de 68 años que terminó con una de sus piernas amputadas luego de sufrir una lesión durante sus vacaciones en Cancún, México.
El accidente ocurrió el pasado 4 de mayo, mientras regresaba desde Isla Mujeres. En el lugar, la mujer se encontraba acompañada de dos hijos y sus respectivas parejas.
"Volvía, el barco se movió y mi madre dio un paso en falso, golpeándose la pierna derecha (…) fue un golpe que provocó una pequeña laceración", explicó a radio Bío-Bío Fabián Valderrama, uno de sus hijos.
Dos días después, la afectada sintió las primeras complicaciones. "Cuando estábamos en pleno acto de la ceremonia nosotros… cuando la gente se paró para darnos el abrazo mi madre no se levantaba (luego) se levantó, me abrazó y se puso a llorar", agregó.
Si bien se le diagnosticó "un traumatismo por un esguince", finalmente debió ser derivada a un nuevo centro asistencial. En el lugar, cancelaron más de $12 millones por la atención.
"El miércoles 8 vinimos al hospital y nos encontramos con nuestra madre muriéndose. Tenía dificultad para respirar y la presión por los suelos", indicó.
Finalmente, el médico informó que la chilena tenía una septicemia. Un shock séptico y una infección avanzada, por lo que se determinó la amputación de una de sus piernas.
Además, solicitó ayuda para continuar con el tratamiento y fijar su retorno al país.